El Club Financiero Atlántico anunció ayer que cierra de manera definitiva después de solicitar el pasado 23 de diciembre entrar en concurso de acreedores cuando la entidad registraba una deuda de 300.000 euros.
El expresidente de la entidad Mariano Gómez-Ulla y el abogado del proceso concursal, Rafael González del Río, anunciaron ayer que de manera “inminente” se procederá al cese de actividad del club además de la extinción de los contratos de los 21 trabajadores. En el momento de solicitar el concurso contaban con unos 270 asociados.
Gómez-Ulla explicó que cuando asumió la dirección de la entidad hace cinco años se encontraron con una situación económica “lamentable” y tuvieron que realizar en los primeros meses una “derrama extraordinaria” de unos 1.000 euros por socio y que conllevó un descenso en el número de asociados.
Además, durante estos años tuvieron que hacer frente a “una serie de situaciones que no estaban previstas”. En los últimos tiempos el expresidente del Club Financiero tanteó a los socios de la entidad así como a otros externos para tratar de encontrar una solución, una búsqueda que concluyó sin éxito.
Mariano Gómez-Ulla aseguró que por el momento no valora la posibilidad de poner en marcha una iniciativa similar y que la ciudad pierde un “punto de encuentro independiente de empresarios”.
La entidad que explotaba las instalaciones, Remocsa, decidió no renovar el contrato y entró en concurso de acreedores, lo que supuso un coste adicional para el club. El letrado manifestó que, en parte, el proceso de liquidación se propició para “evitar que los trabajadores acumulasen impago de salarios”. Con todo, Gómez-Ulla también explicó que está previsto que se vuelva a celebrar la Mobile Week.