Los vecinos del centro no tienen miedo a un segundo caso como el de O Parrote en La Marina. Después de que el Ayuntamiento y el Puerto hayan anunciado que se ha comenzado a redactar el proyecto para peatonalizar esta calle, los residentes en el entorno no ven inconveniente en que esta obra se solape en el tiempo con la de O Parrote, cuyo plazo de finalización está marcado para marzo de 2014.

Creen que así los trabajos avanzarían más rápido, lo que compensaría las molestias

A pesar de las molestias que admiten que provocará esta importante reforma, las asociaciones vecinales coinciden en que desarrollar todos los trabajos al mismo tiempo podría ser incluso positivo porque aceleraría la conclusión de los mismos.

La agrupación de La Marina, que encabeza Juan Sáenz-Chas, está encantada con la noticia. “Una idea fantástica (...) estamos muy ilusionados”, declara, y recuerda que los residentes de la zona llevan mucho tiempo esperando por este proyecto debido a la “inactividad del anterior gobierno bipartito. “Después de los años de promesas incumplidas esto va tomando cuerpo”, señala, y no ve problema en que coincidan. “Que se haga cuanto antes”, insiste.

murallas

Sáenz-Chas duda incluso de que existan restos arqueológicos en el trayecto por el que discurrirá el túnel, en la zona más pegada al cantil, ya que se trata de terreno ganado al mar. Otra cuestión será cuando se proyecte también el aparcamiento bajo la acera más próxima a los edificios.

Por su parte, la portavoz de la Ciudad Vieja, Rosa Quiroga, muy crítica durante estos años con el bloqueo del párking de O Parrote, tampoco encuentra problema en que las reformas se ejecuten a un tiempo. “A veces es mejor que todo se haga de una vez”, declara, pero incide en la importancia de comprobar lo que hay en el subsuelo para evitar problemas. Su gran duda es cuánto va a costar este proyecto y apela a que entonces se valore si compensa.

Precisamente este es el principal reproche de la presidenta de la federación de asociaciones de vecinos, Luisa Varela, la más critica con este diseño porque cree que no es el momento adecuado para realizar esta inversión. “Es un proyecto desorbitado y hay necesidades más urgentes”, indica. Respecto a los restos alerta de “que el riesgo lo vamos a correr siempre”.