Imitaban bolsos de lujosas marcas con tal perfección que el acabado final era prácticamente igual al original. Tan buena era la falsificación que esta red, desmantelada por la Policía con 23 detenidos, había creado todo un mercado de clientes “vip” que llegaban a pagar hasta 400 euros.
En total fueron arrestadas 23 personas, 14 en Valencia, dos Barcelona, uno en Ferrol, otro en Huesca, dos en Cádiz, uno en Tenerife y dos en Leganés.
Bolsos de imitación fabricados por españoles y vendidos a clientes con alto poder adquisitivo previa cita y con la máxima discreción. La organización disponía de hasta diez talleres con todo lo necesario para fabricar de forma casi artesanal cada complemento. Desde máquinas para el tratamiento del cuero o las telas, que eran de primera calidad, hasta planchas para obtener el logo de las marcas o el remache de los cierres. Ningún detalle se les escapaba del modelo original, ya que incluso los bolsos o las carteras falsificadas se vendían con un certificado de autenticidad.
Cada Louis Vouton, Loewe o Prada rondaba entre 200 a 400 euros. Confeccionarlos, entre 50 a 100 euros, según el modelo, en el que trabajaban de forma irregular y en unas condiciones infrahumanas mujeres mayores costureras de toda la vida. n