No hubo sorpresas. La corporación municipal dio ayer el visto bueno a las cuentas municipales de este año en lo que fue la aprobación inicial del presupuesto, para el cual habrá ahora un periodo de alegaciones –15 días hábiles a partir de su publicación en el BOP–. Solo el PP se opuso al documento presentado por el Gobierno local, tras pactarlo con la Marea Atlántica y el BNG. Ciudadanos, que en la Comisión de Hacienda, votó en contra, ayer lo hizo de forma favorable. El proyecto también salió adelante con los reparos puestos por el interventor municipal relacionados con un “exceso de optimismo” en el capítulo de ingresos.

“Prevaleceu o interese da cidade por enriba de calquera outro partidista”, destacó el portavoz del Gobierno local, José Manuel Lage, en relación a unas cuentas que ascienden a 260 millones de euros –lo que supone un 13% más que las últimas de la Marea– tras las cuales hay “moito traballo e diálogo”.

La reactivación económica, la apuesta por las políticas de igualdad, el derecho a la vivienda, el refuerzo de los servicios públicos con más personal, el incremento del gasto social –2,4 millones para las ayudas de emergencia y renta social y nuevas prestaciones como la lavandería a domicilio (120.000 euros) para los mayores de 80 años– y el de inversiones y la apuesta por las políticas medioambientales –peatonalización o la creación de un operador energético 100% municipal– fueron algunos de los aspectos que destacó el socialista en su defensa de unos presupuestos “netamente progresistas”.

La Marea, sabiéndose llave, aseguró que destinarán sus esfuerzos para “seguir abrindo portas”, declaró su portavoz, María García, al mismo tiempo que manifestó que las cuentas que ayer se aprobaron de forma inicial “beben de maneira evidente do traballo realizado no pasado”.

El interventor municipal realizó reparos al ver “exceso de optimismo” en el capítulo de ingresos

A pesar de reconocer que fue “un camiño complicado” –el PSOE y la Marea mantuvieron contactos hasta última hora–, el partido quiso celebrar “o cambio de actitude do PSOE e que abra un tempo novo”, en relación al anterior mandato. “Agora os deberes son executar e avanzar, non busquen excusas”, señaló.

El BNG defendió también unos presupuestos de “marcado acento social”, ya que se incrementan las partidas para el bienestar ciudadano en un 20%, y quiso poner de manifiesto que llevó a cabo la negociación del documento “con total discreción, sen fotos nin comunicados porque o que preocupaba era chegar a un acordo para a cidade”, explicó el portavoz, Francisco Jorquera; “se alguén pretende presentarnos como convidado de pedra, con toda humildade pero tamén con orgullo, poñemos en valor a nosa contribución”, indicó.

La representante de Ciudadanos (Cs), Mónica Martínez, que presentó una enmienda para un reparto “más justo” de las subvenciones a entidades deportivas, apoyó las cuentas porque son “lo que necesita esta ciudad para despegar” y recordó su decena de propuestas incluidas como la creación de una senda peatonal desde el Matadero hasta la Torre o el acondicionamiento de los pasos de peatones.

“Catastrazo”

El PP lamentó que A Coruña empezase el año con presupuestos prorrogados nuevamente y aseguró que el 2020 va a ser el del “catastrazo, impuestazo y multazo”. La concejala Rosa Gallego –el partido está a la espera de elegir una gestora después de la dimisión de la presidenta del partido y portavoz municipal, Beatriz Mato, el pasado mes de diciembre–, criticó la subida de un 3% del IBI, algo que también calificó como “problema” la Marea en contraposición con el BNG, que aseguró que el incremento se debe a la actualización de los valores catastrales tras 20 años de parálisis, al mismo tiempo que defendió que la carga fiscal tiene que ser justa.

Haciendo un símil con las películas de “El Padrino”, Gallego describió el “pacto a la siciliana” llevado a cabo por “las tres familias” (el PSOE, la Marea Atlántica y el BNG) y criticó que su partido no recibió “ni un folio del presupuesto” hasta el pasado 30 de diciembre. Asimismo, adelantó que su formación sí realizará alegaciones que pasan por la puesta en marcha del plan de choque, una mejor administración telemática o las ayudas al comercio y a las instalaciones deportivas. José Manuel Lage lamentó que esperen al último momento para hacer aportaciones retrasando así la aprobación definitiva y le recomendó a la popular "más rigor y menos hooliganismo tuitero".