La segunda crisis de saneamiento del agua que se plantea en Ferrol en apenas mes y medio sigue focalizando buena parte de los esfuerzos del equipo de gobierno municipal, que ayer anunció que la próxima semana abordará en un pleno extraordinario la derogación de la ordenanza municipal en la que se recoge la tasa del agua. Este será solo uno de los puntos que se debatirán en esta reunión, fijada para el día 17, y en la que se tratarán cuestiones de cierta urgencia.
El alcalde, Jorge Suárez, explicó ayer que uno de los puntos en torno a los que girará la cita será la derogación de la ordenanza municipal que regula el pago de la tasa derivada de la depuración de las aguas fecales canalizadas hacia la EDAR de Prioriño. El gobierno municipal entiende que, puesto que el tratamiento de estas aguas no se completó en los términos requeridos, no se produjo el hecho imponible que daba lugar a esta ordenanza que, por lo tanto, deja de tener sentido. “Non se pode cobrar un tributo por un servicio que non se produce”, aseguró el regidor, quien apuntó además que el recibo pendiente no se iba a remitir a los usuarios y que están estudiando con los servicios jurídicos la forma de reponer el que se cobró de forma incorrecta, ya sea a través de una devolución directa o condonando futuros recibos.
Así lo expondrá en el Consejo de Administración de Emafesa, fijado para la jornada de hoy, y en el que también se tratará de romper tanto con la encomienda de gestión firmada con la empresa mixta de aguas para ese tratamiento y depuración de las mismas en las instalaciones de Prioriño; como de impugnar el convenio sellado con Augas de Galicia.
Para esto último alega que la propia Augas de Galicia, como receptora de las obras en base a un acuerdo con la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, “era a acreedora de comprobar que esas grandes reparacións, que non estaban contempladas en ningún dos convenios firmados co Concello e que ascenden a máis de medio millón de euros, eran necesarias e debería acometelas ela”.
competencias
Suárez, que negó las acusaciones de encabezar una campaña de desprestigio en contra del anterior gobierno municipal y la Xunta de Galicia, insistió en que la competencia adquirida por el Concello se limitaba exclusivamente al “mantenimiento e xestión” de la EDAR y que, por lo tanto, no es su responsabilidad ni hacer frente a los posibles gastos derivados de los defectos estructurales ni, en su día, debió asumir en exclusiva su explotación cuando, además, se contemplaba la opción de que se promoviese un sistema supramunicipal que se encargase de ello.
Esta posibilidad está recogida de forma explícita, tal y como recordó el regidor, en el convenio firmado entre Augas de Galicia y el Concello de Ferrol el 9 de junio de 2014 en el que, insiste Jorge Suárez, también se especifica que la administración local debía de hacer frente a posibles “reformas precisas”, pero no a “grandes reparaciones”, como considera que es el caso. Esto hace que se cuestione si los más de 800.000 euros recaudados con el primer pago de la tasa de saneamiento se destinaron realmente a la depuración –que se demostró que, efectivamente, no se realizaba como tal– o a acometer estas reparaciones.