La Xunta se ha dirigido al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) para manifestar su “preocupación” porque hay determinadas actuaciones en la justicia que “se consideran urgentes y que deben realizarse”, ya que, según aseguró, en el decreto de servicios mínimos fijados a raíz de la huegla “queda claro”.
Sin embargo, al igual que ocurre con los certificados de defunción o con los de fe de vida, fuentes sindicales defienden que la inscripción de nacimiento tampoco entra en los servicios mínimos decretados por la Xunta hasta que esté a punto de expirar el tope legal para realizar el trámite obligatorio cuando se tiene un hijo. Los servicios de atención ciudadana también han recibido quejas por otros motivos. Son insistentes, por ejemplo, las de la ausencia de personal para informar o atender al público.
También hay otros ciudadanos que han cursado quejas por tener que desplazarse para comparecer en un juicio como testigo y que este, a causa de la huelga, no se celebrase. Fuentes sindicales trasladaron que entienden el malestar de los ciudadanos, pero también incidieron en que una huelga “siempre genera perjuicios”. “Y en este caso, la ha convocado el propio vicepresidente de la Xunta y conselleiro de Xustiza, Alfonso Rueda, por no querer negociar en serio; igual que él fija los servicios mínimos”, agregaron.
Caso concreto
Greta nació en el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo el pasado 16 de febrero sobre las 02.00 de la madrugada, pero aún no está inscrita en el registro civil pese a haber cumplido ya los 15 días de vida. Sus padres intentaron cumplir el trámite, pero la huelga indefinida que mantiene paralizados los juzgados y los registros civiles desde el pasado 7 de febrero lo ha hecho imposible.
La inscripción de nacimiento es un trámite fundamental que, actualmente, se puede realizar desde el mismo centro sanitario o de forma presencial en el registro civil. Eso sí, en el hospital el plazo para inscribir al recién nacido es de solo 72 horas.
Transcurrido ese período, los padres tienen que desplazarse al registro civil y la ley determina que deben formalizar el trámite en el plazo de 10 días, ampliables a 30 si hay una causa justificada. De este modo, se considera que, hasta el día antes de que se cierre el último plazo es un trámite que puede esperar y, salvo que el funcionario en cuestión considere lo contrario, no se realiza.
El vigués Alberto Baamonde, padre de Greta, se encontró con esta situación cuando intentó inscribir a la recién nacida en el registro, después de no haber obtenido en el hospital el certificado literal de nacimiento, dado que los plazos son ajustados, coincidió poco antes del fin de semana y a la madre, Carmen, le dieron el alta el domingo. “El problema es que no se plantea una alternativa, una solución”, explicó este padre vigués, que ahora está pendiente de que corran los plazos para poder formalizar un trámite que dificulta otros en cadena.
Y es que, mientras que no se formalice la inscripción de nacimiento, el bebé no será reconocido jurídicamente ni constará en el libro de familia, por lo que formalmente no existe para las administraciones.
Baamonde, autónomo, sitúa como “una de las principales dificultades” que no se puede cobrar la prestación de maternidad. Aseguró que prefiere no pronunciarse sobre los motivos de la huelga, aunque supone que están “justificados”. Pero sí incidió en que los trabajadores también tienen que ponerse “en la piel” de los ciudadanos. “Empatía, educación e información”, demandó. l