El Coruxo ha depositado todas sus esperanzas de salvación en su fortaleza en el campo de O Vao, en donde ha sumado el cien por ciento de los 10 puntos que figuran en su casillero en la presente campaña.

El cuadro vigués, no en vano, solo ha perdido una contienda de las cinco que ha afrontado como local este año, curiosamente la primera, ante el Zamora (0-1).

Posteriormente la escuadra dirigida por Míchel Alonso ha ido creciendo en confianza y prestaciones para empatar ante el Compostela (0-0) en la tercera jornada hasta su consolidación actual, con tres triunfos consecutivos.

La buena serie de resultados comenzó para los de O Vao con una apurada victoria ante un rival directo en la lucha por la permanencia como el Guijuelo, escuadra a la que doblegó por la mínima por un apurado marcador de 2-1.

Pero sin duda fue ante el poderoso Pontevedra cuando alcanzó la mejor versión de sí mismo este humilde de la categoría de bronce; a pesar de que llegaba a este derbi como una víctima propiciatoria de los ‘granates’, el Coruxo rubricó unos veinte primeros minutos sensacionales en los que dejó el encuentro prácticamente encarrilado, borrando del campo a un claro candidato al ascenso (3-0).

En su última actuación casera, ante el entonces colista Salamanca UDS, los verdes dieron el do de pecho y, con una pizca de fortuna, lograron retener tres puntos cruciales en la carrera por la salvación con una victoria por la mínima (1-0).

El notable rédito arañado al amparo de los suyos contrasta con el paupérrimo bagaje como visitante de un club que hasta el momento todavía no ha puntuado a domicilio.

En efecto, el próximo adversario deportivista se ha encasquillado de manera consecutiva frente a Salamanca (2-0), Deportivo de La Coruña (1-0), Unionistas de Salamanca (2-0), Racing de Ferrol (4-0) Zamora (2-0) y Compostela (3-2).

Un hándicap que le ha impedido al Coruxo despegar un tanto más en la clasificación, donde ocupa un puesto provisional de descenso, octavo del subgrupo.