Más que el espectáculo en sí, más que una voz única, “Remember Queen” hará revivir su espíritu.
¿Qué siente cuando le dicen que es el mejor doble de Mercury?
Provoca en mí una gran responsa y felicidad porque desde el 92, Freddy Mercury es mi ídolo.
¿Lo llegó a ver en directo?
No, nunca porque en el último tour que fue en 1986, yo tenía seis años, era muy pequeño y me resultó imposible ir a verlos. Yo los conocí en el 92, al año de morir Mercury. Mejor tarde que nunca.
¿Qué fue lo que le atrapó de él?
Tengo una pasión por cantar desde niño, pero encontré en Freddy a mi maestro de canto. Quería ser no solo la voz, también su imagen. Cuando era pequeño, rezaba a la noche a dios para conseguirlo, le decía “dios mío, ¿qué te cuesta dármelo?”. Con el tiempo necesité entender quién me escuchó de los dos, si el demonio o el dios del bien. Es la famosa historia del pacto con el diablo.
¿Se hizo algo para parecerse más físicamente a Freddy?
Es más el parecido físico que el vocal, donde hay más diferencia. Yo canto con mi voz y canto recordando. Mi parecido es natural. No hay nada de cirugía plástica, pero a mí me gusta recordar más a Freddy como personaje, su energía... como espíritu y no la voz. Porque la voz de Freddy está viva, la puedes escuchar siempre, pones un disco y ya está. Lo que la gente no puede revivir es el espíritu. Yo llevo al escenario ese carisma.
¿Cómo será la puesta en escena de esta noche?
La escenografía es muy importante para encuadrar al personaje, la gente que asiste al espectáculo dice que es impresionante porque transmito mi pasión, no me limito a imitar. Es una religión como cuando el cura lee el evangelio a los feligreses. En el escenario, estoy como en un altar recordando a un dios de la música.
Además de la voz, sus trajes confirmaban que era único.
Sí, me pondré desde la chaqueta amarilla y me vestiré de mujer, también de rojo y con un pantalón a rombos blanco y negro. Me pongo un casco de banana que me gusta regalar a la gente con guantes blancos. De manera elegante, la abro y se la pongo en la boca. Hay quien se la come y quien no.
¿Cree que en España hay mucha devoción por el personaje?
Aquí el mito es más fuerte que en Italia, donde vivo porque los Queen actuaron en España. Estuvieron en el último tour del 86 tocando en Barcelona, Sevilla, Marbella, Madrid... En Italia nunca lo hicieron y el pueblo español tiene más nostalgia al personaje porque lo conoció. Amaba España y Barcelona. Le gustaba salir y cantó para las Olimpiadas.