La actividad comercial de la ciudad sigue notando los efectos de las restricciones y la crisis económica derivada de la pandemia. Ahora, en época de rebajas, cuando de forma habitual los comercios disfrutan de una temporada de gran consumo y pueden renovar mercancía, notan las dificultades incluso más. “Las rebajas están resultando afectadísimas y distan mucho de las rebajas de siempre. Son todo lo contrario”, sostiene le presidente de la Federación Unión Comercial Coruñesa (FUCC), José Luis Boado.
Esta mala racha, especialmente notable en una época en la que las ventas son muy altas, se debe, según Boado, a la falta de hostelería y las restricciones de movilidad. “Las limitaciones hacen que los comercios vendan mucho menos, además de lo que nos ha perjudicado el cierre de los bares, que saca a la gente de las calles”, indica el presidente de la FUCC, quien añade que “tenemos muchos hándicaps, pero es muy importante ahora mismo el miedo que tiene la gente ante la situación económica”.
De esta forma, Boado considera que “ver que las empresas cierran y que hay miedo generalizado, provoca que se retenga más el dinero y se ahorre en mayor cantidad. Va a pasar como en la primera ola, que aumentó el ahorro familiar”.
Presco
Para tratar de paliar los efectos negativos en el sector comercial, desde la FUCC solicitan la realización del segundo Plan de Reactivación Económico y Social de A Coruña (Presco). “Estamos convencidos de que nos van a echar una mano, por ello pedimos a todos los partidos de la corporación municipal que se junten a negociar y faciliten toda la gestión para que se desarrollen socluciones”, asegura. Boado define este plan como “la solución para activar el comercio”, sobre todo ahora que comienzan a ser más visibles los carteles de “se alquilar” en la puerta de los negocios, lo que significa su inminente cierre.
Toda esta crisis, según el presidente de la Federación Unión Comercial Coruñesa, afectará con mayor fuerza al comercio de proximidad que se localiza en los barrios. “Son pequeños comerciantes que no tienen recursos para afrontar la situación, por lo que creemos que el segundo Presco serí una forma de mover mercancía”, dice.
La primera campaña del Presco supuso un enorme beneficio para el comercio local. “Estas ayudas han hecho que la gente se moviese más y descubriesen nuevos establecimientos”, asegura.
Los bonos de consumo, que estuvieron disponibles hasta el 31 de diciembre, impulsó sobre todo el consumo en librerías, ya que los bonos cultura se agotaron incluso antes del fin de su vigencia.
“Se ha conseguido mover mercancía que estaba parada, lo que es fundamental para poder traer nuevos productos a las tiendas”, comenta el presidente de la Federación Unión Comercial Coruñesa. Además, esto también ha supuesto una oportunidad para los comerciantes de “ampliar el plazo de resistencia ante las carencias de los últimos meses”.