La Xunta prevé que el Espazo Amizar, que acogerá servicios administrativos y otros vinculados a organizaciones sanitarias y sociales, entre en funcionamiento antes del verano, tras la reforma del edificio de la antigua Delegación de Sanidade, ubicada en la calle de Gregorio Hernández.

Así lo apuntaron ayer la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, y el de Facenda e Administración Pública, Valeriano Martínez, tras supervisar, a través de una videconferencia, el avance de los trabajos en un acto con presencia de responsables de la obra.

En este acto, en el que también participaron el delegado territorial de la Xunta en A Coruña, Gonzalo Trenor, y el director de la Axencia Galega de Infraestruturas, Francisco Menéndez, se pudo ver una muestra del transcurso de las obras, que ya dejan ver parte de la imagen final del recinto.

Vázquez destacó que la rehabilitación de este lugar permitirá poner a disposición de la ciudad más de 5.800 metros cuadrados de espacio público administrativo, sanitario y social. Compuesto por dos edificios –el óvalo y el prisma–, tendrá como objetivo convertirse “en una gran área administrativa y con locales para organizaciones sanitarias y sociales”, dijo la conselleira. A ello sumó las actuaciones en la base del 061 para dotarla de instalaciones “nuevas”.

Cerca de 40 operarios

La responsable de Infraestruturas cifró en 35 los operarios que trabajan en estos momentos en el lugar, aunque aseguró que aumentará el número “cuando comience el revestimiento interior”. En estos momentos, indicó, las obras están “al 40%” de ejecución y que el objetivo es que “antes del verano” el Espazo Amizar “pueda abrir las puertas” al público. Vázquez añadió que el edificio óvalo tiene cuatro alturas y el prisma contará con cinco.

Por su parte, el conselleiro de Facenda subrayó que se trata de una actuación sobre cerca de 6.000 metros cuadrados que tiene una financiación que superará los siete millones, incluyendo la obra civil más el equipamiento, con cargo en parte a fondos europeos.

Su puesta en funcionamiento, remarcó, permitirá avanzar en el objetivo de “alquileres cero”, añadió refiriéndose en concreto a los gastos que ahora debe abonar la Xunta por las oficinas que tiene en la zona de Elviña.