platón es el buen amigo que nos acompaña de paseo en el peregrinar desde que nacemos hasta morir. Lo que extraño en ciertos enfermos –afirma– es que consideren como mortales enemigos a los que advierten que, si no dejan de comer y beber demasiado, de vivir en el libertinaje y el odio, no servirán para nada ni las pociones, ni los encantamientos ni los amuletos.
Igualito que sucede al Deportivo, que, como Abraham, creyó contra toda esperanza. Pero el patriarca tenía de lado a Yavé y, en cambio, el equipo de Riazor –pese a los nefastos arbitrajes, balones en los postes y mala suerte– fueron once tuercebotas que no respondieron a una afición mil veces entregada y nunca merecida. El conjunto de Riazor ha olvidado que más agradece el enfermo la medicina que lo cura que el consejo que le preserva.
Llegados a este tiempo de juego de la Liga solo un milagro podrá salvarnos. Como hecho ocular, superior a las leyes de la naturaleza y realizado con especial intervención divina, nos urge encontrar la ristra de ajos de un “iluminado” Buda para superar el revés aciago de tropezar con las enfermedades, la vejez y la muerte.
Después anunció so mensaje de salvación y miles de fans que sembraron con elásticas blanquiazules todos los rincones cuando Lendoiro consiguió los mejor palmarés para el Super Depor. Sus discursos y argumentos demostraron sus mejores cualidades intelectuales y humanas.
Exponía a base de círculos concéntricos, que rodeaba con un halo de luminosidad convincente, Cuatro o cinco frases son aplicables a nuestro calendario. “Lo que eres es lo que has sido. Lo que serás es lo que hagas a partir de ahora”. “No olvidemos que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”. “Hay que vivir la hora inmediata. La que mide nuestras ampolletas. No existas en el pasado, no sueñes con el futuro. Concentra tu mente en el momento presente”.