El 15 de junio de 1977 la democracia y la libertad volvieron a España. Hace 40 años. Los mismos que Franco había estado en el poder. Y hoy resulta que quienes ni conocieron ni sufrieron a Franco de quien se acuerdan y a quien recuerdan, como referente negativo, pero como referente de su acción política, es del dictador y a quien menosprecían es a la obra de la Transición, a los 40 años de democracia, progreso y bienestar y a la Constitución, aplicándole con la peor baba el apodo de régimen del 78, para asimilarlo con el franquismo, donde la palabra régimen tenían un significado y unas connotaciones que han quedado impresas en la memoria colectiva.
Los morados autores de la felonía, cuando se les recrimina, aducen que la RAE dice otra cosa, cuando saben por qué lo dicen y con qué intención lo espetan. Para minar los pilares y los muros sobre los que se asienta nuestra democracia manchando su origen y estigmatizándola con un presunto pecado original que solo ellos podrán limpiar. La democracia es un sucedáneo franquista y ellos, los heroicos luchadores contra la dictadura encubierta. Que un día es la casta, al otro la trama y pasado ya veremos qué consigna.
A los heroicos luchadores que jamás lucharon contra dictadura alguna habría que recordarles que lo que han hecho ha sido cobrar de varias. Porque dictadura es lo más parecido a sus asesorados, a cambio de los mayores estipendios y prebendas, chavistas venezolanos y una teocracia medieval la definición más cercana a los ayatolas iraníes que les pagan su tele.
Pero lo malo es que la desmemoria y el desprecio están echando raíces y es quizás lo más preocupante para el futuro. Solo lo supera la mentira y en eso es lo que andamos ahora. Sustituir la historia y los hechos por el engaño (la posverdad la llaman) y el agitprop. Es la estrategia de todos estos adanes redentores, que no son solo los morados, que dominan no las urnas, que aún queda una mayoría con algo de memoria, pero sí la maquinaria de la consigna y del adoctrinamiento de masas. La batalla la están ganando.
Porque en la mentira se encuentran y abrazan con el separatismo. Los que han olvidado y traicionado que esa Constitución permitió el mayor autogobierno y respeto a sus señas identitarias que en España y en Europa se hayan dado. Y, el domingo con el mascarón Guardiola como referente doctrinario, acusando a España de Estado autoritario y pidiendo amparo internacional porque no se les deja votar.
Cuando votar es lo que han y hemos hecho, a poco de aquel 15-J nuestra ley de leyes que nos da soberanía a todos, y que es lo que los secesionistas pretender quitarnos. Porque son ellos quienes pretenden privarnos del voto a los demás, a cuarenta millones que tenemos derecho a hacerlo y del que pretenden apropiarse en exclusiva y con ello romper España, su Constitución, su soberanía y robarnos el principal de nuestros derechos, ese que conseguimos ahora hace 40 años, tras estar privados de él otros cuarenta: el voto.