La Policía Local de Betanzos identificó a siete personas en el interior de una discoteca pasadas las 04.00 del domingo que participaban en una fiesta ilegal. Entre ellas se encontraba el propietario del establecimiento. Todos fueron identificados y denunciados por infringir el toque de queda y, a mayores, al propietario por incumplir horarios y no facilitar la inspección del local y negarse a abrir una de las puertas. Por parte de la Policía Local se formularon las respectivas denuncias administrativas.
Un vecino de la zona alertó sobre las 4.15 a la Policía Local de que escuchaba música procedente de algún establecimiento hostelero y, una vez en la calle, la patrulla comprobó que el ruido procedía de la discoteca Iris, cuya puerta exterior estaba abierta, pero no así la interior, aunque por los cristales de la misma se podían ver destellos de luces y escuchar música.
La Policía Local informó a la Guardia Civil que mandó dos patrullas, una de Miño y otra de Sada. Los efectivos no pudieron acceder hasta que una de las personas que se encontraban dentro se percató de la presencia de los agentes, si bien, tardó más de veinte minutos en abrir la puerta, resultando ser el propietario de la discoteca.