Emprender y apostarlo todo para sacar adelante una idea de negocio ya es de por sí arriesgado, pero en los tiempos que corren los es más si cabe, debido a la crisis social, sanitaria y económica en la que nos hallamos inmersos debido a la pandemia del coronavirus. Pero esto no ha sido un impedimento para que un joven de la ciudad haya tomado la decisión de poner sobre la mesa su idea y tratar de levantar un nuevo negocio.
Así, Carlos Barreiro, a sus 20 años decidió que pese a la adversidad, habría que hacer algo para trabajar. La situación no era la mejor, en mitad de la pandemia, apunta, “no encontraba trabajo”, así que un día, mientras estaba en casa, decidió dar el paso.
No contaba con experiencia previa en el ámbito empresarial, ya que se trata “de mi primer negocio, de mi primera aventura como autónomo”, señala Barreiro.
El tipo de negocio por el que ha apostado es el que ha vivido durante toda su vida y el que ha estudiado durante los últimos años, ligado al gremio de la peluquería. Bajo el nombre Barbería Carlos y en el bajo del número 6 de la calle Cuento, Barreiro empezó su aventura la pasada semana.
El establecimiento se encuentra en una de las calles laterales del mercado de
Monte Alto
Desde un primer momento, según explica, su familia y entorno “me apoyaron” en esta nueva vida. Pero la profesión no le es extraña, ya que sus propios padres trabajaron en sendos negocios, ella en la calle Orzán y él plaza de Ourense. Así, entre peines y tijeras, Barreiro creció y se formó en una profesión que ahora abraza como suya..
Desde hace cuatro años pasó a formarse académicamente para seguir adelante esta carrera, al tiempo que fue acumulando experiencia echando una mano a sus progenitores y trabajando, posteriormente, en otros dos negocios peluqueros de la ciudad.
La pandemia lo llevó al paro, como a otras tantas personas, tanto de la ciudad, como del país, pero fue ese el momento en el que tomó la decisión de arriesgarse y abrir su propia barbería, sin deshechar el seguir formándose.
Apoyo vecinal
Barreiro apunta que los vecinos y comerciantes de Monte Alto lo han recibido con los brazos abiertos, ayudándole incluso a publicitarse por el barrio.
Además, señala que el negocio lo ve “con futuro, la intención es crecer aquí o irme a otro sitio con el tiempo, pero prefiero quedarme aquí”.