La titular del Juzgado de Primera Instancia de Instrucción número 1 de Betanzos, Nuria Fachal Noguer, alzó ayer el secreto de las actuaciones relativas a la muerte del joven ferrolano de 17 años que fue apuñalado en el interior de una vivienda de Pontedeume el 10 de julio de 2011. En el auto dictado al efecto, la magistrada explica que el hecho de mantener el secreto durante cerca de siete meses tuvo su razón de ser en impedir que el conocimiento e intervención del imputado pudiera dar lugar a interferencias o manipulaciones dirigidas a obstaculizar la investigación.
Según la información recogida al respecto, esas investigaciones consistieron, fundamentalmente, en averiguar si el menor fallecido tenía relación con un grupo de jóvenes de Pontedeume que fueron detenidos hace unos meses por una serie de robos cometidos en negocios y viviendas de la villa.
Con ese objetivo se realizaron registros domiciliarios y, al parecer, no se ha podido establecer conexión alguna entre ellos, por lo que continúa sin averiguarse la razón por la que F.S.G. se encontraba esa madrugada en la vivienda en la que resultó apuñalado de muerte.
La magistrada justificó el mantenimiento del secreto en la necesidad de evitar interferencias
Los imputados por el presunto homicidio son los dueños del inmueble, el matrimonio formado por Agustín F.C. y su esposa, M.C.F.G., que se vieron sorprendidos por la presencia del intruso en su domicilio e hicieron uso de un cuchillo de cocina.
El joven salió de la casa por una ventana por la que, supuestamente, había entrado y cayó muerto a los pocos metros, al lado de la muralla de cierre del colegio Couceiro Freijomil.
Al parecer, en su poder aparecieron varias llaves, entre ellas las de los dueños de la vivienda, que quedaron encerrados y, según declararon en su día, tuvieron que llamar a su yerno, que es guardia civil, para que les abriera la puerta. El menor también llevaba consigo dos muñecos \“airgambois\”, por lo que se sospecha que pudiera estar participando en algún juego.
El joven murió apuñalado por el dueño de una vivienda cuando fue sorprendido en su casa
Acusación > Las acusaciones particulares, ejercidas por la madre y las hermanas del fallecido, representadas, respectivamente, por los abogados Víctor Espinosa y Jorge Vázquez, no descartan la posibilidad de formular acusación por un supuesto delito de asesinato. Entre otras razones, se basan en las dimensiones del cuchillo empleado, que tenía un filo de cerca de 30 centímetros y que estaba sensiblemente doblado.
El fallecido era un buen estudiante ferrolano, hijo de una familia de clase media y con una hermana gemela. Su madre es médico de familia en el Área Sanitaria de Ferrol y su padre es reservista de las Fuerzas Armadas.
Según trascendió en los días previos a su muerte, al parecer, cuando salía por las noches con sus amigos, el menor solía quedarse un rato a solas a última hora. Ese sábado había ocurrido lo mismo y cuando sus amigos lo llamaron al móvil para preguntarle dónde estaba, con la intención de marcharse todos juntos, les cogió el teléfono un agente de la Guardia Civil y les dijo que pasaran a recogerlo en un punto determinado, porque estaba muy borracho. Los amigos no encontraron a nadie en el punto de encuentro y después fueron informados de lo ocurrido.