El gerente de la sala Pelícano y portavoz de la plataforma Galicia de Noite, Luis Diz, calificó ayer de “ejemplar” la actitud de los asistentes a la prueba piloto del ocio nocturno celebrada el sábado.
“La experiencia fue muy positiva y la gente respondió y estuvo a la altura. Espero que el Sergas analice los datos pronto y nos sentemos cuanto antes a negociar la vuelta a la actividad”, señaló Diz, que se mostró esperanzado con la reapertura el 1 de julio.
Según el portavoz, los clientes respetaron las normas en todo momento y no hubo que lamentar ningún incidente. “La media de edad era de 20 años y había algunas personas que salían por primera vez a una discoteca. La sensación de ver divertirse a la gente de nuevo fue impresionante, en Pelícano ha habido grandes noches pero esto fue diferente”, apuntó, y aseguró que todos quedaron “deseosos de repetir”.
“Desalojamos la sala en tres minutos y la gente no se quedó por los alrededores haciendo botellón ni en grupos”, explicó el gerente de la sala coruñesa que, aunque reconoció que “una vez que va avanzando la noche, hay personas que se relajan un poco con el tema de la mascarilla y se hizo necesario algún toque de atención”. Eso sí, remarcó que fueron casos “muy puntuales”.
Preguntado por la estigmatización del sector y de los jóvenes en esta pandemia, Diz es claro: “Dieron ejemplo y demostraron que si se pactan unas normas saben respetarlas. Estoy muy orgulloso de cómo salió todo y el feedback que tenemos con el Sergas es que todo fue bien”, apunta.
El gerente de Pelícano recuerda que en su momento marcaron “una hoja de ruta” con la Xunta para la reapertura, contemplando la posibilidad de abrir hasta las 03.00 horas al principio y revisar este horario cada quince días.
La prueba piloto se llevó a cabo con un estricto protocolo sanitario específico aprobado por la Consellería de Sanidade que establecía la obligación de los locales de contar con medidores de CO2 y realizar pruebas PCR previas, además de registro de datos de los clientes.
Los asistentes debían de llevar mascarilla en todo momento, excepto para consumir, y los establecimientos debían de respetar los aforos máximos, reducidos al 50% –75% en caso de tener terraza–, tal y como había establecido el Gobierno autonómico. Aunque las invitaciones se agotaron al poco de salir publicadas, la sala Pelícano no completó aforo, ya que de mil personas fallaron 26.
Los locales de marcha ultiman los detalles para la vuelta a la actividad y confían en recuperar próximamente la normalidad. “Vamos a darles tiempo para que hagan un análisis exhaustivo de los datos de ayer, pero ha sido un paso adelante. Necesitamos abrir, llevamos más de 15 meses cerrados y esto es insostenible”, explicaba ayer Luis Diz, quien ve “imprescindible” la vuelta de estos establecimientos “para dar una visión positiva del sector y entrever un futuro que no sea tan negro como nos lo hemos imaginado hasta ahora”.