Unai y su hermano Igor tiran de nostalgia y vanguardia. Han comprado el 20 por ciento de las acciones del Real Unión de Irún. La ampliación de capital es de 1,2 millones de euros. El abuelo Emery ganó de portero dos Copas de España (1924/1927) con el Real Unión de Irún. Los Emery apuestan por un proyecto renovador.
Su padre Antonio también jugó en Irún. Y en el Deportivo, con Amancio. Una empresa familiar para volver a poner en el mapa transfronterizo. Una comarca, entre España y Francia, con un mercado de 120.000 personas en invierno. En verano, la población se multiplica por cuatro.
Igor Emery, hermano de Unai, explica que éste es un “proyecto sentimental”. La saga de los Emery tiene el ejemplo del Eibar, un club bien gestionado que ha tocado el cielo estos años. O el Bidasoa de balonmano, club referente.
Unai e Igor son de Ondarribia, a 7 km de Irún. Una zona, repleta de deportistas de élite. José María Olazábal (golf), Julen Aguinagalde (balonmano), Juanma Gárate (Ciclismo) y prescriptores como Leontxo García (ajedrez) o Gabriel Sáez, consejero delegado de la cadena de gimnasios Go Fit, nacieron en aquel paisaje. Los Emery sueñan con recuperar el arraigo y la fortaleza del entorno de un club nacido de una fusión -Irún Sporting Club + Racing Club de Irún-. De ahí el nombre de Unión. Unai Emery disecciona las razones que han llevado a su familia a entrar en un desafío ilusionante.
“Es una iniciativa que nace esencialmente del sentimiento. El Real Unión es un club histórico, en su momento llegó a ganar Copas del Rey, estuvo en primera y fue uno de los fundadores de la liga española. Yo, a nivel familiar, siempre he tenido muy cerca al equipo. Mi abuelo (Antonio Emery) fue portero en los años 20 y llegó a levantar dos Copas. Mi padre (Juan Emery, que defendió tres temporadas la portería del Deportivo) y mi tío (Antonio Emery) también vistieron la camiseta del Real Unión y para mí participar en este proyecto es una manera de hacer un homenaje a todos ellos”, indicó.
“Queremos que la gente se vuelva a ilusionar, esa es la principal consigna. Tenemos muy buena conexión con la gente de allí, el alcalde, que presta mucha atención al deporte, está realmente encantado. El Real Unión siempre ha tenido reconocimiento pero nuestro objetivo es que vuelva al lugar que se merece”, añadió.
“En un momento circunstancial, en el que el club necesitaba una ayuda, creía que debíamos estar presentes a nivel familiar. Desde mi experiencia como entrenador y a través de un aporte económico, trataremos de ayudar a que consolidar el club y a elevar su posición, con el sitio que tiene ahora y a la comarca que representa, Bidasoa”, comentó el entrenador, que ahora dirige al Villarreal.