Dicen los expertos que mantener unas buenas relaciones laborales genera satisfacción personal al trabajador y al empresario y mejora la productividad. Para ello juega un papel importante el conjunto de valores, ideas y actitudes que se viven en la empresa, es decir en su cultura empresarial.
Cultura empresarial que determina el reparto del poder, la toma de decisiones y determina los objetivos creando la imagen que la empresa proyecta al exterior.
Para las medianas y grandes empresas, principalmente, el departamento de los Recursos Humanos es fundamental para mejorar y mantener a los empleados motivados así como ayudar y mejorar su desarrollo profesional.
Uno de los problemas fundamentales actuales ha sido la llegada de la globalización que ha traído consigo el traslado de la fuerza productiva de un continente a otro, siempre en busca de las mejores ofertas de mano de obra. Ha sido un fenómeno ligado a la explotación humana que sólo ha fomentado que los empleados permanezcan empobrecidos, mientras se concentra la riqueza en los dueños de esas medianas y grandes empresas que únicamente conocen y persiguen las ganancias.
Aquí tendrían que jugar un papel fundamental los propios sindicatos ya que su propósito tiene que ser el promover y proteger los derechos de los trabajadores, principalmente sobre las condiciones de trabajo y las tablas salariales y no siempre es así, desgraciadamente.