Una de las obras más polémicas de la anterior etapa socialista de A Coruña fue el elevador del Monte de San Pedro, pensado por Francisco Vázquez como atracción turística. En su día, fueron muchos los que objetaron su construcción, por considerarlo ruinoso. La concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, admitió esta misma semana que sigue lejos de ser rentable, pero eso no significa que los socialistas hayan desistido de su empeño. Es más: pretenden realizar una nueva inversión para dotarlo de luces y una cascada, antes de que acabe el año.
“No es rentable, pero va a seguir funcionando, y va a estar mejor todavía porque lo vamos a poner bonito”, prometió la concejala para la que esta actuación, “es lo que toca”. Es decir, para Fontán, el Gobierno de Inés Rey tiene la obligación de poner en funcionamiento todo aquello que hayan recibido de anteriores gobiernos locales, y conseguir que sea “lo más efectivo”.
Es muy probable que las luces y cataratas no basten para conseguir que el elevador sea rentable, pero la edil de Medio Ambiente objeta que “a veces, la administración no puede funcionar en un marco de rentabilidad. Sí que es un reclamo turístico, y muy importante, así que nos queda a nosotros el arreglarlo”.
Fontán negó que se pueda comparar el elevador de San Pedro con el tranvía, a pesar de que este último también se diseñó como una atracción turística. “El coste del tranvía era elevadísimo, el del elevador no”, aclaró. Serán menos de 50.000 euros los que requiera esta mejora, que ya estaba contemplada en el proyecto original, pero que nunca fue realizada por un problema con los filtros.
El elevador panorámico, cuyo mantenimiento cuesta a las arcas municipales cerca de 230.000 euros anuales fue inaugurado por Javier Losada en 2007, comunica el Paseo Marítimo con el monte de San Pedro. Recorre un trayecto de cien metros, superando una pared de 63 metros de altura.
En este tiempo, ha tenido varios problemas con las empresas concesionarias, algunas de las cuales han acabado en los tribunales, y ha estado fuera de servicio durante largos periodos por falta de mantenimiento.