El Deportivo dispone en plantilla de cuatro centrales específicos y, en el caso de que uno de ellos -seria Borja Granero- se desvinculara, el técnico blanquiazul, Borja Jiménez, necesitaría un refuerzo para la zaga a pesar de que ahí podrían jugar otros futbolistas del plantel como Álex Bergantiños. La respuesta a esa necesidad la dio precisamente el preparador blanquiazul. Trabaja la línea de cinco, un sistema muy ligado al Dépor en las últimas décadas.
A la ciudad herculina ese esquema táctico llegó de la mano de Marco Antonio Boronat, el técnico con el que el Deportivo comenzó la temporada 1991-92 tras el ascenso, unos meses antes, con Arsenio Iglesias. Lo había trabajado con John Benjamin Toshack en la Real Sociedad.
Arsenio le dio continuidad y trajo éxito al Deportivo. Un sistema al que casi todos los técnico acabaron recurriendo de manera esporádica o frecuente. A veces, como un salvavidas. A Miguel Ángel Lotina, por ejemplo, le dio la permanencia en su primera temporada en el Deportivo cuando se veía contra las cuerdas (2007-08).
Fernando Vázquez fue otro de los que no dudó en aplicar esa receta en el Deportivo en sus dos etapas como míster blanquiazul. Un sistema que generó también controversia y que, aunque en teoría pueda parecer defensivo, en la práctica, su carácter ofensivo o defensivo depende de la vocación de sus carrileros, si tiran más hacia arriba o hacia atrás -y de las órdenes que les den los entrenadores-.
Ese sistema lo quiere implantar en el Deportivo Borja Jiménez. “En mi mente está poder jugar con tres centrales en alguna ocasión, por lo que tener cuatro es algo que tenemos planificado. En todo caso, si hubiera alguna salida sería partidario de reemplazarla. Es una posición muy específica en la que puede haber lesiones, hay sanciones...”, precisó el míster deportivista.
El Deportivo cuenta en el eje de la zaga ahora mismo con Adrián Lapeña, Borja Granero, Jaime Sánchez y Pablo Trigueros. Además, se está recuperando con los médicos del Depor Derik Osede, pero su contrato finalizó el 30 de junio y no está previsto que el club lo amplíe.
Con la zaga cerrada salvo que se produzcan salidas, y el centro del campo confeccionado, el club intenta acertar en las posiciones de ataque que restan por cubrir, entre ellas la delantera. Una vieja aspiración es Vinicius Tanque, pero en la partida por el atacante brasileño que dejó libre el Cartagena todo apunta a que su destino será el equipo al que fue cedido la temporada pasada, el Atlético Baleares, que también está en Primera Federación.
El Deportivo tiene dos delanteros y busca el tercero, además de reforzar los extremos. Y mientras tanto, sigue con las salidas entre ceja y ceja. Está pendiente de que Diego Rolan y Fede Cartabia amarren destino. Lo mismo para Uche Agbo y Celso Borges, que ha cuajado una buena Copa de Oro con su selección.