Los vecinos de Os Mallos no están dispuestos a que la calma propia del mes de agosto haga que se olvide el traslado de la parada del bus de la avenida de Os Mallos, y siguen movilizándose a la espera de que el Ayuntamiento les conceda la entrevista que han solicitado. Su primera medida ha sido empapelar las puertas de los comercios de los barrios con carteles reivindicativos, incluida la antigua parada.
En los carteles puede verse una fotografía del número 11 y una sencilla frase: “Yo también quiero que el bus número 11 pare en la avenida de Os Mallos. Gracias, alcaldesa”. Justo debajo, puede leerse otro cartel, este instalado por la Compañía de Tranvías, que recordaba que desde el 17 de marzo la parada se había trasladado al número 72-74 de la avenida de Arteixo, dos calles más arriba. Añadía que era un cambio provisional, por dos meses. Transcurridos cuatro meses y medio, la paciencia de los vecinos agrupados en esta plataforma se ha agotado.
La asociación de comerciantes de Os Mallos simpatiza con su causa. Su presidente, José Salado, reconoció que han tratado con él el tema, y considera que “el bus por la avenida de Os Mallos era fundamental, porque es la columna vertebral del barrio, si pasa por la avenida de Arteixo, a mucha gente, sobre todo personas mayores les queda bastante a desmano”.
El Ayuntamiento intentará realizar más cambios para mejorar la eficacia del transporte público este año
Además, para el sufrido comercio del barrio resulta ofensivo que la razón del cambio es que la línea 11 lleva una gran cantidad de viajeros al centro comercial Marineda City, y que necesitan ganar más velocidad (cuatro minutos). “Ala gente le sentó bastante mal, demuestra muy poquita delicadeza. Así nos van a comprar a nosotros menos porque van a llegar antes al otro lado. No ha sido nada acertado”, comenta Salgado.
Ya sea por un motivo u otro, la decisión del Ayuntamiento ha sentado bastante mal en un barrio en el que l a población está envejecida. “Son muchísimos los que pasan de los ochenta, y que nos quiten el trolebús...”, señala Salgado, que reprocha al Ayuntamiento el autoritarismo con el que ha actuado. “No creo que sea una cosa superimportante, porque enseguida la gente se volverá a acostumbrar, me recuerda a otros tiempos, esto se hace así porque lo digo yo y punto”
Más allá de las quejas vecinales, el cambio de la parada no es más que el primero de una serie de modificaciones que se van a implantar en otoño y que tienen como objetivo mejorar la eficacia del sistema de transporte público, para convertirlo en una verdadera opción frente al privado.
Eso incluye cambiar el trazado de varias líneas importantes y estudiar si los resultados coinciden con los cálculos. Se trata de un proceso largo, que durará el resto del año, y que supondrá el primer cambio relevante en el mapa de bus desde hace años, como señalan fuentes municipales.