El Ayuntamiento de Culleredo y el Consorcio Galego do Benestar están ejecutando las obras de mejora acordadas en la escuela infantil A Tartaruga, que se centrarán, principalmente, en la seguridad y la accesibilidad de uno de los centros más veteranos del municipio.
La escuela, situada en Fonteculler, está experimentando mejoras con este plan conjunto. El alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo, y el gerente del Consorcio Galego do Benestar, Perfecto Rodríguez, visitaron ayer las dependencias del centro para comprobar el desarrollo de unas obras acordadas por ambas entidades en el mes de marzo.
La intervención de mayor envergadura se produce en la sala de descanso, que se renueva, y en los aseos. Se están creando ventanas interiores para que el personal docente pueda atender a los pequeños.
También se cambiará por completo la iluminación. Todas las lámparas de la escuela, alrededor de 30, van a ser sustituidas por otras nuevas de tecnología LED.
Las puertas serán otro de los objetos de las obras. Se retirarán las actuales poniendo en su lugar otras elaboradas con vidrio templado, de seguridad.