El Sporting de Portugal demostró en el Palacio de los Deportes de Riazor el porqué de su condición de vigente campeón de Europa, venciendo con cierta autoridad a un Deportivo Liceo en fase de acoplamiento y que echó de menos al lesionado Maxi Oruste y al capitán, Dava Torres, convaleciente de una operación de muñeca.

Las cosas se torcieron muy pronto para el último ganador de la Copa del Rey. Apenas habían transcurrido tres minutos cuando los árbitros decretaron un penalti que Ferran Font alojó en la red de Carles Grau.

A pesar del tempranero golpe los hombres de Juan Copa, que se presentaron ante su afición vestidos completamente de negro, no se descompusieron. A los siete minutos, doble oportunidad: tiro al palo de Carballeira y directa desperdiciada por Adroher.

A partir de ahí, intercambio de golpes, tiros a los postes y lucimiento de Carles Grau –detuvo una directa a Font– y de Angelo Girao. Por eso se llegó al descanso con 0-1. Y de nuevo a los tres minutos ‘mojó’ el equipo lisboeta. Fue por medio de Gonzalo Romero. El Liceo acusó este gol y el Sporting pasó a dominador absoluto. Alessandro verona hizo el 0-3 en el minuto 37 y dejó el choque prácticamente visto para sentencia.

Carballeira volvió a toparse con el palo. Juan Copa dio entrada a Martín en la portería cuando todavía restaban diez minutos. Unos segundos más tarde, Marc Grau animaba a la grada y el partido (1-3). A renglón seguido Alex Rodríguez rozó el segundo, y dos minutos después Romero puso la puntilla al anotar una directa. Y no había pasado ni un minuto cuando Font hizo el quinto.

Carballeira descontó a cinco de la conclusión y Martín tuvo la oportunidad de lucirse cuando restaban tres, al detener una directa a Romero. La última acción destacable de la presentación del Liceo.