El 3 de julio de 2021 salió de fiesta con los cinco acusados, aunque era amigo de Diego Montaña y Alejandro Míguez. Al resto solo los conocía, pero este martes se volvieron a reencontrar. A su amigo Diego y la expareja de este, Katy Silva, les reprochó tras la agresión a Samuel que "siempre que salgo con vosotros acabo en movidas". La sesión de este martes del juicio por el crimen de Samuel Luiz estuvo protagonizada por la declaración de un amigo de los acusados que tendría que haber testificado el tercer día de proceso. Bajo juramento, y tras ser advertido de las consecuencias de mentir, dijo cosas importantes, como que al día siguiente de la agresión quedó con Montaña, quien le dijo: "Me enfadé con él -Samuel-, le di un puñetazo, pero yo no lo maté".
En su relato señaló que en la noche de los hechos, tras salir del pub de Riazor en el que todos habían estado de fiesta y donde "bebimos mucho", escuchó a una chica gritar y vio una pelea "con mucha gente". Esa chica era Katy, y entre ese tumulto estaban los cinco procesados. Este testigo se distanció de lo ocurrido y se puso la capucha "porque no quería ningún problema". Después de esto, declaró, "todo el mundo se fue, cada uno por su lado".
De camino a casa, este testigo se encontraría con Kaio Amaral, quien le enseñó el teléfono de Luiz porque lo quería vender. Este procesado se enfrenta a 27 años de prisión por, además de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, robo con violencia del móvil del fallecido. "Me dijo que si me interesaba, me lo vendía, pero no me interesó y no lo cogí", expuso el testigo. Después de esto, y ya en el parque Europa (donde las acusaciones creen que quedaron para pactar versiones), el testigo manifestó: "Siempre que salgo con vosotros acabo en movidas". Puntualizó, sin embargo, que pese a que en su declaración inicial se refirió a conflictos, con esta frase se refería a enfados entre Montaña y Katy Silva, su entonces pareja. "Tenían bronca habitualmente por celos", matizó.
El Ministerio Público solicita que los cinco acusados sean juzgados por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento. Para Silva y Montaña consta, además, una agravante de discriminación por condición sexual, por lo que solicita 25 años de prisión. Para Freire y Míguez, 22 años. En el caso de Amaral, la petición de la Fiscalía asciende hasta los 27 años.