Poco antes de las dos de la tarde se produjo una insólita persecución policial en la AP-9: dos furgones de la Unidad de Intervención Policial (UIP), es decir, antidisturbios, circulaban detrás de un turismo que huía a gran velocidad. La persecución finalizó en Alfonso Molina, donde dieron alcance a la pareja.  Allí se les unió la Guardia Civil de Tráfico. 

Fuentes policiales señalan que las unidades policiales regresaban de Ferrol cuando se encontraron con el vehículo sospechoso, que adelantaba a gran velocidad dando bandazos. No respondió a la señales que se les hacía desde los furgones de antidisturbios, así que, dado que suponían un peligro para la circulaciónl decidieron perseguirles. 

Los fugitivos decidieron detenerse en Alfonso Molina, a la altura de Matogrande, en el arcén. Allí también se les unió la patrulla de la Guardia Civil. Mientras la pareja esperaba, los agentes revisaron concienzudamente el vehículo, en busca de alguna sustancia sospechosa. Se les acusará de conducción temeraria.