El Ayuntamiento está restaurando el mirador de San Amaro estos días. La estructura de hormigón que se proyecta sobre la playa desde el barrio de Adormideras se convierte todos los veranos en un trampolín desde el que se arrojan al mar los menores, a pesar del riesgo que supone.  La actuación se enmarca dentro de otras obras de mejora de puntos de carácter turístico, como los miradores de Bens y Os Castros. 

La estructura de San Amaro había sido empleada en origen como base de una grúa que retiraba piedra de la cantera de la zona. Luego se convirtió en pasarela peatonal. Pero con el paso de los años, y al estar expuesta a los elementos constantemente, el firme de la pasarela se había deteriorado mucho. 

Los operario están retirando hasta el 80% de las tablas pero la mayoría serán restauradas. También se limpiará y se aplicará un tratamiento protector a la madera, y se restaurarán los pasamanos. Así mismo se instalará un cartel explicativo. 

La obra cuesta 20.000 euros y está financiado en un 90% con fondos Next Generation.