Poco antes de medianoche en A Coruña, los trabajadores de Prezero, la concesionaria de recogidas de basura, celebraron una asamblea extraordinaria. En ella aprobaron por unanimidad dar un giro al conflicto laboral que comenzó en la medianoche del 24 al 25: durante dos días, recogerán las bolsas en la calle, pero no vaciarán los contenedores aunque rebosen. El objetivo de este "golpe de efecto", como lo denominó el secretario general de STL, Miguel Sánchez Fuentes, es poner de su lado al público y exponer a la empresa, justo cuando esta envía a un delegado desde Madrid para entablar negociaciones. 

Después de doce días de conflicto laboral, la basura inunda las calles, bloquea los portales y obstaculiza el paso. Los coruñeses están furiosos y echan la culpa a los trabajadores, no a la empresa. "Nos faltan al respeto", se lamentaba uno de los basureros. "Nosotros no tenemos la culpa, es culpa de la empresa", les exhortaba Sánchez. Se habían reunido a la entrada de las instalaciones de PreZero en A Grela para votar la nueva iniciativa, que les puede valer una sanción a todos, por desobedecer una orden directa. 

El punto de vista del comité de empresa, que explicitó allí mismo el secretario general de STL, es que la empresa está haciendo la recogida de forma incorrecta, vaciando los contenedores pero dejando la basura que está fuera de ella "supuestamente para conseguir más dinero del Ayuntamiento", declaró. "Hoy y mañana lo haremos nosotros. Ya no habrá una bolsa en la calle", declaró el polémico sindicalista. 

El conflicto continúa, y el lunes habrá un paro. SIn embargo, al retirar la basura que no está en el contenedor, 'bolsear', como lo llamaron, alejan también el peligro de que la alcaldesa, Inés Rey, declare una huelga sanitaria, como ya hizo en 2022. Esto significa que se podría contratar a otra empresa (en 2022 fue Tragsa) para que recoja la basura.