Era conocida por todos los vecinos de Os Mallos desde hace meses. La urraca 'Peggy', que visitaba de forma diaria la panadería Boas Migas, en la calle de Víctor López Seoane, desapareció la semana pasada. Esta pega, que alegraba los días al barrio, tenía su caseta fuera de la tienda de Laura Carou, quien está desolada por lo acontecido, y disfrutaba con las migas de pan que se pudiese encontrar en el lugar donde encontró cobijo. 

Pero no solo eso, esta urraca "era como una mascota": se subía a los hombros de todo aquel que se acercase a ella, saludaba a los niños en la parada del bus y jugaba con todos ellos. La gente acudía a esta esquina con ronda de Nelle para pasar unos segundos con 'Peggy'. Pero no todo el mundo comparte la misma pasión por los animales y todo cambió hace unos días. La propietaria de la panadería recibió la visita la semana pasada de una señora que aseguraba sentirse molesta por la presencia del pájaro, advirtiendo de que se lo llevaría de allí. Al día siguiente pasó lo peor, cuando varios testigos vieron cómo tres personas "metían en una caja a la pega, le ponían una chaqueta por encima y se la llevaban. Al ver esto, llamaron luego al Seprona'.

Hoy este rincón de Os Mallos está empapelado con carteles de 'se busca' y los vecinos y niños que disfrutaban de la simple presencia del pájaro están consternados. "Si viste coger a 'Peggy', por favor, denuncia al Seprona o llama al 062. 'Peggy' ya no te molestará, pero te ganaste el repudio de todos". Con esta frase, acompañada de la foto de la pega, Laura Carou pide colaboración ciudadana sin perder del todo la esperanza. El 'secuestro' del pájaro tuvo lugar el miércoles y, según la propietaria de la panadería, el fin de semana se llevó a cabo una "peregrinación" por el barrio buscando a la querida pega 'Peggy'.