La avenida de la Concordia, un símbolo de la lucha vecinal de muchos mayores de O Castrillón, se ha convertido ahora en un camino lleno de trampas. Y es que, apenas un año y medio después de que los más veteranos de la zona cortasen la circulación para protestar por la falta de seguridad y el estado de algunos descampados, ahora a los que se les hace difícil circular es a ellos. Los baches y el estado de algunas aceras han provocado más de un susto que la asociación de residentes ya ha relatado vía registro al Ayuntamiento.
El punto más crítico se sitúa a la altura del colegio Fernández Latorre, donde afortunadamente los sustos se han quedado en eso. “Ya nos han informado de algunas caídas de gente mayor”, afirma el presidente vecinal, Ramiro Otero. “Eso lleva tiempo levantado y ni se ha mirado, y no hace falta recordar que la gente mayor no es capaz de levantar el pie como la gente joven. No debemos esperar a que se produzcan incidentes más graves”, añade Otero, quien espera que la protesta vía registro sea suficiente para el arreglo del entorno.
Por otra parte, respecto a la protesta que llevó a los residentes a cortar la avenida de la Concordia en septiembre de 2022, apenas se han producido novedades. “Todo aquello sigue parado. El proyecto del aparcamiento es difícil, por la cantidad de roca que hay, pero está aprobado el proyecto de parque biosaludable y vamos a ver cómo evoluciona”, finaliza el presidente vecinal.