En los últimos meses se ha hablado mucho de las dificultades que atravesaban los comerciantes de San Andrés por el desarrollo de las obras que convertirán la calle en un bulevar. El asfalto, levantado por la maquinaria desplegada en la zona, tenía que ser recorrido realizando una especie de yincana: había que cruzar por pasarelas de lado a lado. La fecha en la que estarán terminados los trabajos, si nada lo impide, es febrero de este mismo año; o lo que es lo mismo, el mes que viene. Pero en diciembre, concretamente el día 21, el Ayuntamiento anunció la apertura al tránsito peatonal de una gran parte de la vía, desde la plaza de Santa Catalina hasta la calle Torreiro. Esta nueva fase coincidió con la campaña navideña, por lo que era de esperar que el comercio notase el cambio. Y así fue.
“El año pasado estuvo todo fatal en la tienda. No vendíamos nada, pero ahora, desde que han abierto, está mejor la situación. Durante las fiestas, ya sea en Navidad, Fin de Año o Reyes, vendimos más. Todo está mejor, pero estamos deseando que acaben las obras”, señalan desde Touch India, en el número 60 de la calle.
A pocos metros, pasando la iglesia Castrense, se encuentra, en el número 35, la librería Moito Conto, donde también han notado una mejoría con respecto a los meses anteriores. “Sí que se ha notado y ahora transita más gente, pero no sabríamos decir si el aumento de ventas se debe a la apertura de la calle o al hecho de que sea diciembre y coincida con las ventas navideñas”, aseguran. No obstante, desde el establecimiento reconocen que “la gente está mucho más animada y agradecemos que abriesen el tramo porque hay mucho volumen de gente por la calle y se nota que va mucho más cómoda”.
Coincide con esta opinión la propietaria del establecimiento Planeta Paraíso. “Hay gente paseando, cosa que hasta ahora no podíamos decir. Las ventas, sin embargo, van a costar que arranquen. Seguramente no lo hagan hasta que terminen las obras en el tramo que va hasta la plaza de Pontevedra”, dice. La reurbanización de San Andrés, una de las grandes obras de este mandato, además del más puro sentido estético, tiene como objetivo recuperar el esplendor comercial de la calle, y así lo anunció la alcaldesa, Inés Rey. La Crisálida, la mercería que se localiza en el número 54 de San Andrés, también ha notado el tirón de la apertura de gran parte de la calle: "Se nota mucho en afluencia y en ventas".
El sector inmobiliario está convencido de que esta vía recuperará su esplendor comercial cuando la actuación concluya. El director territorial de Galicia de la consultora inmobiliaria Gesvalt, Roberto Castro, considera que “hay que tener paciencia, pero va a ganar muchísimo”. Todas las peatonalizaciones, dice, “han hecho que las calles renovadas ganen en interés comercial”. Prueba de ello, señala Castro, es que las peatonalizaciones temporales de San Andrés, que se llevaban a cabo los fines de semana, “eran un éxito y siempre había mucha gente paseando”.
Castro compara el proyecto de San Andrés con la calle Barcelona e incluso con la ciudad de Pontevedra, donde, cuando comenzaron a peatonalizar, “había huelgas los martes y jueves, y ahora ha sido su salvación”. Castro afirma que los comerciantes de San Andrés “pueden estar tranquilos”. El director territorial de Galicia de la consultora inmobiliaria afirma que ya hay marcas interesadas en instalarse en San Andrés cuando el bulevar esté completado, aunque hay que tener en cuenta que, debido al tamaño limitado de los locales, no habrá presencia de grandes marcas, como ocurrió, por ejemplo, en la plaza de Lugo tras su reforma. La regidora comparte esta opinión: “Estoy segura de que cuando esté terminada la obra lo estará a satisfacción de vecinos y comerciantes”.
Durante el desarrollo de los trabajos, que empezaron hace casi un año, algunos bajos que no tenían actividad se han visto ocupados por firmas y emprendedores que han sabido leer el potencial de la zona. Es el caso de la hamburguesería Pink’s!! y de La Carbonera 104. La primera lo hizo a finales de septiembre; la segunda, en diciembre.