Circular por las calles del Recinto Ferial es desde hoy más seguro y, sobre todo, deja mucho menos lugar a dudas, después de que el Ayuntamiento decidiese repintar la calzada y señalizar el correcto uso de la misma. El despiste recurrente de muchos conductores, y también el atrevimiento de un buen puñado de ellos, había convertido la conducción por la zona en una especie de aventura con tintes de peligrosidad extrema y con la muy seria opción de encontrarse a un conductor en dirección prohibida o sentido contrario. 

El problema, que los vecinos habían asumido casi como un pasatiempo desde sus ventanas, fue denunciado hasta en dos ocasiones por este diario: el pasado 3 de marzo un coche en dirección contraria estuvo a punto de causar un buen disgusto en la rotonda de Espacio Coruña. El momento fue captado por un vecino y demuestra cómo la precaución de los que circulaban correctamente evitó males mayores. El pasado día 31 los vecinos explotaron y calificaron la situación de habitual. “Cuando estás en casa y suena un claxon sabes que es porque un coche circula al revés”, indicaban. De hecho, la primera reacción de muchos, casi convertida en pasatiempo dominical, era echarse a la ventana e intercambiar la ‘cafrada’ a través de los grupos de residentes.

La calle de Aurelio Aguirre Galarraga, uno de los puntos más conflictivos y que más dudas generaban, consta ya de señalización vertical y en la calzada. Muchos descubrieron así que se trata de una vía de una sola dirección, a pesar de que era habitual que en la práctica funcionase como doble sentido. “Es un tema que estaba pendiente desde hace muchos años porque, aunque en su día sí hubo señalización, entre las obras y demás actuaciones se fue perdiendo”, explica Lucía Fernández, vicepresidenta de la asociación vecinal Sector 7 Recinto Ferial. “El último pintado se remonta a 2011, así que puede decirse que de alguna forma recuperamos un poco de aspecto de barrio”, añade.

Los residentes, que califican la medida del Ayuntamiento como “de agradecer”, recuerdan al Gobierno local que “las calles son de gestión municipal desde 2009”, en referencia a la responsabilidad del mantenimiento y de la seguridad. “Queda mucho que pintar”, subraya Fernández, que también apunta a los pasos de peatones y ciertas plazas de aparcamiento delimitadas con necesidades extra tras el primer paso al frente. La calle de José López Cortón, donde se han detectado incidencias al volante, es otro punto negro que los vecinos esperan erradicar para poder conducir más seguros rumbo a casa.