En los tiempos en los que no sorprende que 'Brad Pitt' pida dinero a través de las redes sociales y haya quien se lo crea, encontrar el punto intermedio entre la casualidad, el ingenio de un creativo y la jeta de quien tiene un desprecio patológico a las normas de convivencia se antoja sumamente difícil. Por eso, la estampa que se encuentran cada día desde hace un mes los vecinos de la calle San Sebastián, en el entorno de la ronda de Nelle y la avenida de Finisterre es cuanto menos interpretable y un billete abierto al viaje de la imaginación: un vehículo, un Peugeot 607, en aparente buen estado y que no se ha movido un centímetro en los últimos 30 días. Curiosamente, del interior cuelga un cartel de 'se vende', por lo que el aparcamiento de larga estancia le ha brindado la mejor ubicación para una 'valla' publicitaria a pie de calle.
Uno de los que se han acostumbrado a cruzarse con el objeto de traspaso cada día es el periodista neerlandés Jorn Lucas, quien a través de las redes sociales ha hecho un llamamiento a la Policía Local, al Ayuntamiento de A Coruña, y también a la voluntad de negocio del propietario. “Es en realidad un coche precioso y subestimado, pero esta unidad lleva más de un mes en la misma plaza”, asegura. “En una ciudad donde las plazas de aparcamiento son más escasas que el marisco en Navidad no me parece adecuado. El coche está ahí con un propósito específico: aunque apoyo el espíritu emprendedor, usar la calle para vender un coche de segunda mano es un poco absurdo. El dueño no debe estar lejos, su número está en un papel pegado al parabrisas”, añade.
No se trata de la primera vez que Lucas pone el foco sobre vehículos abandonados a su suerte en la vía pública, aunque en este caso parece que el propietario aún aguarda por un último servicio.