"No hay más tragedias porque Dios no lo quiere". Esa frase que podría pronunciar cualquier espectador de telediario, lector de sucesos o simplemente un viandante con fe en la ayuda divina, volvió a escucharse durante los trabajos de alzado de una cornisa en la calle Nicaragua, en el barrio de Juan Flórez. Allí, unos operarios desafiaron la alerta naranja, la lluvia y hasta las recomendaciones y obligaciones de seguridad y decidieron elevar una ventana confiando meramente en su fuerza.
No salieron de su asombro los viandantes que, visto lo visto y también en previsión de una catástrofe, decidieron grabar la operación con sus propios teléfonos. Y es que todo parecía la antesala de un desenlace como mínimo complicado. Algo así como si de la película 'Destino final' se tratase. "Es un sumatorio de faltas de prevención de riesgos laborales en plena alerta naranja", dice Carlos, que regenta un negocio de hostelería próximo y decidió llamar a la Policía Local. "Ni casco, ni guantes y volando una ventana de dos metros por encima de los transeuntes, además de hacerlo todo con la calle sin cortar en pleno centro de la ciudad. Son unos irresponsables, llega a venir una ráfafa de viento...", añade.
Carlos insiste en que no quiere "fastidiar a nadie", aunque tampoco recibió respuesta su llamada. "Llamamos a la Policía y ni apareció. Si fuese una denuncia contra un bar...", finaliza.