La Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña celebró el pasado viernes un cuarto de siglo de vida de una de las dos escuelas que actualmente tutela, la rebautizada como Álvaro Cunqueiro. Se trata de uno de los centros de trabajo no solamente con mayor capacidad para cubrir las carencias del sector, sino también de un espacio pionero en la adaptación a las nuevas tecnologías, así como en la aplicación de programas como Retorna, llamado a cubrir las deficiencias de mano de obra con gallegos de segunda y tercera generación que desean volver a casa.
Acostumbrado a recibir visitas y elogios de representantes políticos de todos los colores, el presidente de los hosteleros coruñeses, Héctor Cañete, ilustra con los últimos comentarios lo que representa la escuela en el panorama autonómico. “Es todo un orgullo para nosotros, la pasada semana vino la vicepresidenta de la Xunta y se quedó sorprendida de las instalaciones que tenemos”, afirma. “La gente de Hostelería de Galicia nos dice que nadie en la comunidad tiene algo así, al menos en el sector privado”, añade.
La oferta actual de la Escuela de Hostelería Álvaro Cunqueiro trasciende el propio sector y se ha abierto a ‘profanos’, como en el caso del curso de los sábados, también denominado de ‘singles’. Y es que tanto la cocina en particular como los gustos de los coruñeses y el enfoque de los negocios han variado sobremanera respecto a 1998. “Nació por las necesidades de formación que siempre hubo en el sector, pero la clave ha sido la profesionalización y nuestros pensamientos han ido de la mano de la creación de una segunda escuela”, recuerda Cañete. “El sector se ha industrializado mucho, y ya no vale el hostelero del perfil persona con dinero que se mete a hostelería”, prosigue el máximo representante a nivel provincial.
La Escuela de Hostelería, así como la exigencia de los clientes y la adaptación del propio sector a esas demandas, han moldeado sobremanera la figura del trabajador. “Ya no existe el camarero que derrama el café. Eso está totalmente superado y cualquier cocinero domina todas las técnicas de cocina y la maquinaria”, dice Cañete.
El Programa Retorna, nacido de una colaboración con la Xunta de Galicia, se ha confirmado como un éxito y un alivio a la vez. Por una parte, a final de 2023 más de 200 gallegos y sus descendientes habían conseguido volver a casa e incorporarse con éxito al mercado laboral. Por otro lado, ese mercado laboral sediento de mano de obra sació parte de sus necesidades con profesionales formados y adaptados a su nuevo destino. El éxito no ha pasado inadvertido en el panorama nacional, ya que muchas comunidades autónomas y asociaciones hosteleras han puesto el ojo en el modelo gallego. “Hay que evolucionar. En su día se empezó con especialidades como el barista o el sumillier, y posteriormente han aparecido especialidades dentro de la sala que son profesiones en sí misma”, subraya Cañete.
El reciclaje, incrementar la profesionalización y el aprovechamiento del futuro son los retos a medio plazo que se marca la escuela de cara al futuro.
Representantes de la hostelería de las cuatro provincias mantuvieron una reunión con Alfonso Rueda, presidente de la Xunta,, para transmitirle las preocupaciones de cara al futuro a medio y corto plazo. “Hablamos de personal, es una de los grandes temas que quitan el sueño a los empresarios y, por eso, creemos que una vez pasen las elecciones debería renovarse el Plan Retorna”, afirma el coruñés Hécor Cañete.
Por otro lado, a nivel provincial los hosteleros también solicitaron la potenciación del Camino Inglés y agradecieron el papel de Rueda durante la pandemia. “Le agradecimos cómo se portó con las ayudas y la gestión realizada, la gente no es consciente de esa dificultad”, finaliza Cañete.