La hostelería de A Coruña está de luto. José Sousa Santos, el mayor de la familia y responsable del grupo Gasthof y Sousantos en el año 1976, falleció en la jornada de hoy.

 El primer establecimiento con el nombre del famoso grupo de restauración llegó a la esquina de Riazor con la calle Rubine, mientras que con el paso de los años el grupo familiar llegó a mover hasta 16 locales.

 En la actualidad La Dolce y la Piadina Riminese también están vinculados al apellido familiar que fue el encargado de introducir los platos combinados en A Coruña. Desde que se conoció la noticia las muestras de cariño con la familia han sido numerosa.

Pepe, el mayor de seis hermanos dedicó su vida a la creación y expansión de la que ha sido su empresa familiar a lo largo de casi 50 años, dejando un legado imborrable en el sector. La trayectoria empresarial de José Sousa Santos comenzó en enero de 1976 en la playa de Riazor, donde él y sus hermanos identificaron una oportunidad única: la ausencia de bares que vendieran bocadillos; dando así origen al primer Gasthof. 

Este primer establecimiento marcó el inicio de una próspera aventura empresarial. Bajo la dirección de los hermanos Sousa, el Grupo Gasthof creció de manera constante, expandiéndose a lo largo de toda Galicia y alcanzando un total de 16 establecimientos. Su visión innovadora y su capacidad de liderazgo consolidaron a la empresa como un referente en la hostelería gallega. Durante casi 50 años, el apellido Sousa Santos ha sido sinónimo de calidad y compromiso en el servicio, influenciando positivamente el desarrollo del sector.

Pepe no solo fue un empresario exitoso, sino también una persona de gran generosidad y muy querida en la ciudad. Su calidez humana y su dedicación hicieron que se ganara el cariño y respeto tanto de sus clientes como de sus empleados.

El legado de Pepe continúa en sus hijos, quienes gestionan los restaurantes La Dolce y las Piadinas Rimineses en A Coruña, manteniendo vivo el espíritu emprendedor y la pasión por la hostelería que Pepe les inculcó. Pepe será recordado no solo por su éxito empresarial, sino también por su dedicación y pasión por la hostelería. 

Su trabajo incansable y su espíritu emprendedor continúan inspirando a las nuevas generaciones
de la familia y a todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo.

Su esposa, sus hijos, sus nietos, y demás familia, a través de un comunicado, lamentan profundamente esta pérdida y agradecen las muestras de cariño y apoyo en estos difíciles momentos. La contribución de Pepe a la hostelería y su legado perdurarán en la memoria de todos.