Peluso tiene ocho años y vivía felizmente con su humana. Sin embargo, desgraciadamente esta perdió la vida y nadie se ha hecho cargo de Peluso, por lo que el gato ha tenido que regresar al refugio de Gatocan.
Desde la protectora lanzan un SOS para encontrar un nuevo hogar para Peluso, ya que tras tanto tiempo en una casa su vuelta al refugio no está siendo nada fácil: está desubicado, asustado y no quiere comer. La suerte, comentan desde la protectora, es que como es tierno, dulce y cariñoso permite que le den de comer con una jeringuilla, pero no se atreven a soltarlo en la gatera, donde creen se escondería o se podría ir, como ya ocurrió alguna vez.
La alternativa, comentan, sería una jaula de hospitalización, pero en Gatocan aseguran que eso no es vida para ningún ser vivo salvo en momentos de necesidad.
Por ello se están volcando en encontrarle casa a Peluso, ya sea para adoptarlo o para acogerlo. Los interesados pueden escribir al correo electrónico asociacion@gatocan.com.