La hostelería de A Coruña encara la Semana Santa con un ojo en el parte del tiempo

La hostelería de A Coruña encara la Semana Santa con un ojo en el parte del tiempo
Las terrazas funcionaron a buen nivel en las últimas horas| Javier Alborés

La llegada del sol, la primavera y una cierta sensación de lleno tienen marchamo de ilusión perecedera en el sector de la hostelería, que encara de hoy la llegada de una Semana Santa atípica por lo madrugadora en el calendario e incierta por una previsión meteorológica que apunta a una posible recogida obligada de las terrazas durante varios días. Ni siquiera las buenas previsiones del hermano hotelero hacen mirar con optimismo a buena parte de los profesionales. 


El primero que no aparta la vista del móvil y los medios es Héctor Cañete, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería, para quien la elección de un turista o un coruñés con vacaciones tiene una competencia demasiado desigual. “Estamos todos los días mirando al parte del tiempo. Sigue dando lluvias para toda la semana, pero el daño ya está prácticamente hecho y las decisiones tomadas”, lamenta. “La gente tiene que decidir entre venir al temporal y la lluvia o irse a Málaga, y ahí lo tenemos difícil para competir. La predicción está muy consolidada y la gente ha comprado en función a eso”, añade el máximo portavoz del sector, que incluso teme cancelaciones de última hora. 


La Marina 
Si existe un termómetro de cómo se trabaja en periodo vacacional ese es La Marina. El presidente de los hosteleros de la zona, Alberto Boquete, también es consciente de los hombres del tiempo, y por eso prefiere mirar algo más allá. “Arrancaremos el miércoles lo fuerte, aunque a partir de este fin de semana es cuando más ocupación existe”, explica. “Gran parte de nosotros dependemos del clima, así que si la lluvia no hace acto de presencia las expectativas son altas”, prosigue en clave esperanzada.


No demasiado lejos, en plena calle Real, Emilio Ron, gerente del Cine París, prefiere tener una lectura optimista, aunque consciente de los condicionantes. “Tenemos grandes esperanzas con que sea un elemento disruptivo en el día a día. Que entre todos seamos capaces de llevar la ciudad donde se merece”, dice. “Todo lo que sea ayudar con factores como el horario ampliado es clave, aunque todavía más lo será la meteorología o el hecho de que no sea un poco más adelante en el calendario”, matiza.


Parece importarle menos mojarse a los que disfrutan la noche, acostumbrados a una itinerancia menor y a estar resguardados. Luis Diz, presidente de Galicia de Noite, apunta: “Sería mejor en abril, pero tenemos fiestas como Wake Up con más de 70 por ciento vendido y con una inversión importante”. Y es que el tiempo de ocio dependerá más que nunca del tiempo de toda la vida. 

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