Manolo García decidió que la de este sábado en el Coliseum iba a ser una noche inolvidable para los miles de coruñeses que lo acompañaban. En una velada en la que no faltaron todo tipo de emociones, el artista barcelonés no dudó en hacer un guiño al deportivismo y contagiarse del espíritu blanquiazul.
Con una bufanda del Dépor al cuello, Manolo García terminó de convertir el multiusos herculino en una auténtica fiesta, al ritmo de 'La bamba'.
El cantante dejó ayer varios recuerdos que los asistentes tardarán en olvidar. Uno de ellos fue el momento de afrontar uno de sus temas más icónicos, 'Pájaros de barro', cuando llenó el recinto de multitud de enormes globos de colores mientras el Coliseum cantaba al unísono con él.
No menos emotivo fue el inicio, ya que antes de iniciar el recital, con un guiño a El Último de la Fila ('Insurrección'), pidió un minuto de sepulcral silencio en homenaje a las víctimas de la DANA, que sólo se rompió con la sonora ovación a todos aquellos que están poniendo su grano de arena en Valencia.