“Si la matase se acabaría el problema”. La rápida intervención de los agentes de la Policía Nacional cortó el pasado domingo los planes de un vecino de Novo Mesoiro de 28 años, detenido por un delito continuado de violencia de género sobre su pareja habitual, de 21. El arresto se llevó a cabo en la residencia de ambos, un piso compartido al que los agentes se desplazaron a requerimiento de un tercer residente en el hogar, quien denunció en el 092 la agresión “que estaba soportando la víctima”, según el atestado policial.
Una vez en el inmueble los agentes pudieron corroborar los hechos, además de que las agresiones, insultos y vejaciones eran constantes y que habían existido amenazas de muerte en reiteradas ocasiones.
Comprobados los hechos, los agentes procedieron a la detención del varón, quien durante el traslado continuó con las amenazas: “Ojalá se muera de cáncer” o “había que matarlas a todas” fueron algunas de las barbaridades que registraron los agentes en el camino.
Por otra parte, a las 03.45 del lunes día 2, un hombre de 37 años también fue detenido en la calle del Almirante Mourelle por la presunta responsabilidad en la comisión de un delito de violencia de género contra su pareja.
La Policía Nacional se dirigió al inmueble a requerimiento de otro residente, quien informó del episodio violento. La víctima describió cómo la agresión comenzó en un local de hostelería, debido a “a los celos” por haber visto a su agresor “coquetear con otra mujer”. Varios hematomas en el lado derecho de la cara, el pómulo y el ojo derecho, así como arañazos en el cuello y equimosis compatible con agarre violento en los brazos eran los indicios de la agresión. A pesar de todo, ella se resistió a denunciarlo. Los agentes de la Policía Nacional decidieron actuar de oficio y procedieron por un lado a la detención y, por otro, al traslado de la víctima a un centro sanitario.