No te echaré de menos en septiembre: por qué aumenta el paro en la hostelería de A Coruña

El sector pronostica una fuerte subida del paro en el próximo balance debido al mal tiempo de la primera quincena, que ha dado casi por finalizada la temporada estival
No te echaré de menos en septiembre: por qué aumenta el paro en la hostelería de A Coruña
Un trabajador de hostelería en la calle de Los Olmos | Javier Alborés

Considerado uno de los grandes motores de la economía local, autonómica y nacional, como casi todos los sectores la hostelería a veces también ‘gripa’. Y en este caso, al igual que en los de combustión, el tiempo es un factor determinante: el mes de septiembre no parece encaminado a convertirse en una vía de salvación para un verano ya de por sí irregular y buena parte de los contratos temporales de verano se han resuelto antes de la primera quincena del mes. Si bien es cierto que la legalidad no lo convierte en muchos casos en un adiós definitivo sino en un hasta luego, el contrato fijo discontinuo camuflará buena parte de las bajas hasta nuevo aviso, o hasta que la demanda vuelva a requerir de mano de obra.


Los últimos datos del paro registraron en la ciudad un aumento de 144 personas en el sector servicios, todavía en pleno mes de agosto y con la intensa actividad de las fiestas. Según los profesionales del sector es solamente el anticipo de una cifra mucho más cruda de cara al siguiente balance. “Cuando comenzó el mes muchos esperaron a ver cómo iban siendo los primeros días de septiembre, pero durante todos estos días irá finalizando lo más gordo de la contratación y la gente que llegó para cubrir la demanda irá acabando”, afirma Héctor Cañete, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña, quien además apunta a la segunda quincena de este mes como uno de los momentos predilectos de muchos empresarios para echar la verja. “Viene una etapa para nosotros más floja, en la que muchos optan por cerrar o coger vacaciones”, añade.

 

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Los locales estuvieron a pleno rendimiento en agosto | Javier Alborés

El pasado 31 de agosto se produjo la que para algunos fue la última gran fecha para trabajar: se acababa el horario ampliado y, con ello, 37 días consecutivos de cierre extendido. Según ha defendido siempre Héctor Cañete, además, se trata de una de las grandes iniciativas municipales para incentivar tanto la creación de empleo como el turismo. Es cuestión puramente de matemáticas: cumplir con la legalidad vigente obliga a crear un segundo turno de trabajo o, en su defecto, pasar por casa para abonar las horas extra. 
Según los testimonios de los profesionales del sector, cualquiera de las dos opciones compensaba y, de hecho, el horario ampliado se convirtió, una vez más, en la forma de salvar un verano que de otra manera hubiera resultado desastroso. El hecho de que no existiera ni un solo incidente de gravedad es otro punto a favor para sus defensores.

 

Modelo de contratación

Los hosteleros de A Coruña, que muchas veces han denunciado o lamentado públicamente la falta de mano de obra, tienen una relación particular con el Ministerio de Trabajo o, mejor dicho, con su cabeza visible. Entre la subida del salario mínimo, la reducción de la jornada laboral o la fórmula de contratación Cañete ha sido una de las voces más críticas y ha apuntado a la ministra Yolanda Díaz como ejemplo de gestión contraria a los intereses de la hostelería. En este caso, el hecho de tener que dar de alta de manera indefinida a trabajadores a tiempo parcial, lo que dicta la figura del fijo discontinuo, es un nuevo ejemplo de cisma entre la legalidad y lo que los empresarios consideran la realidad: “Para nosotros, y para todo el mundo en realidad, es incómodo. La ministra de Trabajo no acierta ni de casualidad y lo que hace es complicarnos la vida a todos”.


Y es que, según argumenta el máximo representante de los hosteleros coruñeses, la valía o no del refuerzo en cuestión no es óbice para volver a llamarlo en un futuro, sino que este está blindado por el modelo de contrato. “Ahora, con la figura del fijo discontinuo, no es un ‘te llamaré en un futuro’. Es un ‘te tengo que llamar sí o sí’. Es lo que dicta la ley”, lamenta Cañete.

 

Punto caliente

Uno de los lugares que más nota la estacionalidad en toda la ciudad es La Marina. Postal atemporal, ha visto atenuados los cambios por la llegada constante de cruceristas, aunque evidentemente el verano también ha obligado a tirar de extras. Según Alberto Boquete, presidente de los hosteleros de la zona, el clima ha sido determinante para no prorrogar hasta final de septiembre esos contratos. “Dependiendo de cómo fuera el clima esa gente podría haber continuado un poco más de tiempo”, comenta.


Por otra parte, el también propietario de La Mansión 1783 cree que existe otro condicionante para poder disponer o no de esos trabajadores eventuales: la llegada del curso universitario. “Lo habitual es que cada año tengamos gente nueva, cada vez más joven, que aprovecha las vacaciones para ganar un dinero de cara a la vuelta del curso”, subraya. También el ocio nocturno echará en falta buena parte de ese tipo de mano de obra, al regresar la actividad lectiva.

 

Facturación

Evidentemente, a menor capacidad de facturar la posibilidad de contratar se reduce proporcionalmente. Según Emilio Ron, presidente de un grupo hostelero y gerente del Cine París, las esperanzas puestas en septiembre se desvanecen y con ello también lo harán los datos del paro en unas semanas. “Creo que el repunte del paro será importante en todos los sectores y que salvar el verano dependía del tiempo del mes de septiembre”, indica. “La facturación está entre un 12 y un 17 por ciento por debajo de 2023, así que los planes de contratar son complicados”, prosigue.


En el horizonte no queda otra cosa que pesimismo echando un ojo al calendario: la completa ausencia de festivos o puentes importantes hasta la llegada de Difuntos, el 1 de noviembre.  Por el camino, ni una sola fecha propicia en septiembre u octubre, ya que el Día de la Hispanidad será sábado. Solamente los conciertos de la Virgen del Rosario podrían aportar un pequeño respiro. El año pasado, de hecho, el Ayuntamiento decidió otorgar una prórroga en forma de horario especial ampliado al ocio nocturno y a la hostelería durante esas fechas. 


Y es que se trata de la misma canción desde los años 80 o incluso antes, con el boom de la hostelería y el turismo: para muchos ha sido un verano muerto en el que ver a los clientes pasar y, por lo tanto, no echarán de menos a nadie en septiembre, que dirían Los Piratas

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