La Feria de Abril parece haberse convertido en un nexo transversal e intergeneracional. Una apuesta sobre seguro que lo mismo salva el fin de semana de un bar de barrio que sirve como fiesta temática para una discoteca. Lo descubrieron hace años los vecinos de O Ventorrillo y seguramente volverán a comprobarlo los residentes en Novo Mesoiro o los clientes de The Clab, la antigua Chaston. Ambos despedirán el último fin de semana del mes de abril entre vestidos de lunares, sevillanas, rebujitos y finos. Y es que en A Coruña lo mismo da vestirse de irlandés para brindar con cerveza negra que hacerlo de sevillana para tirar de arte y salero. El caso es pasarlo bien.

Para que esa diversión esté garantizada el bar Mi Barrio, un clásico de las fiestas temática en la periferia, ha diseñado tres jornadas festivas. Los responsables saben lo que eso significa. Será el tercer año consecutivo. “Desde el principio gustó mucho y la gente se lo pasó muy bien , así que es una forma de tener el negocio vivo y con un motivo de celebración”, indican desde la gerencia, que ha dispuesto una programación que incluye degustación de jamón ibérico, rebujitos, finos, photocall y hasta una carta adaptada con chocos guisados o rabo de toro. “Además, conseguimos un grupo muy rumbero”, advierten para las sesiones vermú de sábado y domingo.

La experiencia ya resultó todo un éxito a comienzo de mes en O Castrillón, donde el bar La Marimorena consiguió reunir a cientos de personas durante varias jornadas temáticas que dieron en una de las fiestas más concurridas de todo el año.

Ocio nocturno 

Por su parte, la discoteca The Clab, una de las salas de baile más en boga de la ciudad, también dará la posibilidad de seguir con la Feria de Abril. En este caso será únicamente la madrugada del sábado al domingo y por petición popular. “Decidimos apostar porque nuestro tipo de público del sábado nos lo pidió, al no hacerse nada en los Cantones”, explican desde la gerencia, que regalará un rebujito de cortesía a todos los asistentes. “Es algo que gusta muchísimo a la gente y seguro será motivo de buen rollo”, agrega.

La organización dispondrá también de un photocall y habrá invitación a consumiciones para aquellos que decidan acudir caracterizados. Finalmente, la programación musical convertirá la antigua Chaston en una caseta sevillana.