La seguridad ciudadana y, en cierta medida, la eficacia policial, se mide por las estadísticas. Pronto saldrán las correspondientes al segundo trimestre de 2024, pero las percepciones de la Policía Nacional son que han conseguido reducir los delitos en general con respecto al mismo período del año anterior, sobre todo los hurtos. Por el contrario, crecen los robos con violencia. Es decir, los atracos, aunque también se espera que hayan crecido los robos con fuerza en establecimientos por la ola que sufrió hace unas semanas la Ciudad Vieja y que parece haber cesado.
 

Los agentes están concernidos por la situación que se ha generado en la zona de la Sagrada Familia y alrededores en los últimos meses, en los que han detectado varios atracos cuyos sospechosos suelen ser jóvenes. A muchos de ellos se les ubicaba en el 120 de la ronda de Nelle, edificio okupa que fue tapiado recientemente. Estos individuos, muchos de ellos en situación irregular, se dedicaban al robo de móviles, a veces con violencia. 

A menudo, las víctimas de estos atracos eran ciudadanos mayores, que resultan especialmente vulnerables. En otras ocasiones se juntaban hasta tres para propinar una paliza a alguien con más posibilidades de defenderse.  Hay que señalar que la mayor parte de la violencia la aplicaban entre ellos: había por lo menos dos bandas en el viejo edificio okupado, y llegaron a enfrentarse en varias ocasiones, empleando armas para saldar cuentas. La Policía Nacional detuvo a tres por intento de homicidio a raíz de un sangriento episodio en Padre Rubinos, donde asaltaron a un rival, que esperaba para entrar a comer, empleando bates de beisbol y palos. Las heridas que le provocaron en la cabeza le enviaron al hospital, en un estado muy grave
 

Desde el 21 de junio 

En las últimas estadísticas, las correspondientes al primer trimestre, el número de atracos denunciados se mantuvo igual (73  frente a 71) pero las fuentes consultadas esperan que la situación cambie en este trimestre. El tapiado de la puerta del edificio, el 21 de junio, después de que todos sus okupas fueran evacuados por seguridad por un incendio (que se sospecha que fue una represalia por lo de Padre Rubinos), parece haber cambiado las cosas. Para empezar, ha reducido la conflictividad en la zona porque los jóvenes ya no están juntos.
 

Hay que tener en cuenta que en el 120 de la ronda de Nelle llegó a recibir varias visitas diarias de la Policía Nacional convirtiéndose en el punto más ‘caliente’ de la ciudad. Las autoridades temían que okuparan otro edificio en otra zona de la ciudad y que la situación se reprodujera sin más. Pero por el momento no ha sido así: tampoco han hecho uso de ninguno de los recursos sociales de los que dispone la ciudad, excepto del local de Casco, el Comité Antisida de A Coruña, al que recurren habitualmente. Algunos viven en la calle.