Si un irlandés cerrase los ojos y se despertase en Galicia se sentiría más cerca de casa que en cualquier otro lugar del mundo. Vinculados desde la mitología celta hasta el verde de los bosques, solamente el idioma y alguna que otra cuestión horaria separan dos lugares que desde mañana brindarán juntos, literalmente, en honor a San Patricio.
La migración y la diáspora son otro de los elementos comunes a los dos pueblos. Lo sabe a la perfección Andy Power, un joven de 30 años natural de Munster, al sur de la isla Esmeralda, y que hace seis arribó a la ciudad para conocer la tierra de su padre. Ahora, tras descubrir el término morriña reconoce que ésta se hace mucho más llevadera en la ciudad: “Vine para conocer el país de mi padre, pero me quedé encantado de la vida. La cultura de familia aquí, por ejemplo, es muy parecida a la nuestra”. Andy pasa los días en la ciudad entre clase y clase: enseña inglés a coruñeses de todas las edades, mejora día a día en un castellano en el que es cada vez más fluido, avanza con el gallego y, eso si, lo intenta con menos éxito a la hora de obtener su licencia de conducir ‘por el otro lado’.
Por su parte, Matthew Ward ha pasado 13 de sus 38 años de vida en una ciudad que adora y a la que también vino con vocación docente. Se expresa en un gallego académico, acreditado con el Celga 4, y también inunda los locales de música en directo del sonido de su tierra, como hará precisamente mañana. “Encantoume a terra e foi onde coñecín á miña actual parella”, confiesa. “O humor pode que sexa o máis semellante á forma de ser irlandesa; din que os galegos son pechados, pero eu nunca vivin algo así”, añade. Curiosamente, ambos señalan la Costa da Morte, en especial Carnota y Muros, como su lugar favorito y el punto más irlandés de la provincia.
No será el primer San Patricio que Andy y Matthew disfruten en la ciudad, pero ambos se muestran sorprendidos y encantados con la tendencia creciente de los últimos años. Sin embargo, más allá de las pintas y los gorros la celebración va mucho más allá.
Si en su tierra natal la celebración es el día grande del año en esta ocasión es también el mejor remedio contra la morriña. “Cando estás fóra e non tes irlandes ao teu carón é un xeito de sentir a túa casa máis preto”, dice Matthew. “Para nós é a festa máis importante do ano e inclúe tamén a parte musical”, agrega.
Andy vincula San Patricio con amigos, charla y una ‘pub culture’ que cada vez le resulta más sencilla de encontrar en A Coruña. “Es un día entero especial y diferente, de celebración del día a la noche”, explica el profesor, que todos los años vincula a toda su academia y la comunidad irlandesa para unirse al patrón.
Una de las cosas que mejor definen el San Patricio es la internacionalización de la cultura irlandesa. Y es que, aunque sea posible encontrar un gallego en la luna, seguramente esté acompañado de un irlandés. “Da igual que estés en Francia, A Coruña o Estados Unidos, es igual en todas partes y un punto de encuentro”, finalizan respecto a lo que se viene este fin de semana .
El pasado miércoles el Ayuntamiento comunicó la ampliación de horario de cara a Semana Santa para los socios de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña, así como para el ocio nocturno. Sin embargo, lo especial y masivo de la celebración de San Patricio, con la participación de 19 establecimientos en la ruta Pub Crawl, ha llevado a que varios de los participantes en la misma remitieran una solicitud vía registro para tener una concesión especial de cara a la madrugada del sábado al domingo. Y es que, al contrario que sucede con el ocio nocturno de pubs y discotecas, la licencia de la gran mayoría de locales cerveceros permite abrir solamente hasta las 03.00 horas. El gran esfuerzo realizado, la previsible demanda y la acumulación de actividades ha llevado a los propietarios e impulsores de la iniciativa a justificar su decisión. La solicitud fue presentada en María Pita y los protagonistas de la misma esperan tener hoy mismo razón por parte del Ayuntamiento.