Hace mucho tiempo que el Ayuntamiento decidió que A Coruña debía ser una ciudad libre de grafitis: Este objetivo no se ha conseguido, pero no será por falta de esfuerzos: los operarios de la empresa de limpieza se encargan de eliminar unas 30 pintadas al día, de todos los tamaños y colores. La mayoría simples firmas o ‘tags’, como se conoce en el argot. 

El Ayuntamiento estima desde que se abrió la oficina virtual del grafiti, en junio del 2021, se han limpiado en la ciudad más de 30.000 pintadas. La iniciativa municipal, que presentó la anterior concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, en colaboración con la Patrulla Verde de la Policía Local, la empresa concesionaria del servicio de limpieza viaria y la firma Orión Analistas (que se encarga de descubrir la autoría de las pintadas). 

El objetivo es hacer desaparecer cualquier grafiti en dos días. En uno, si es ofensiva. como ocurrió en el reciente caso del monumento a los héroes del Orzán, en La Coraza, que amaneció con una pintada en la que se pedía a los dueños de los animales que recogieran sus excrementos. Desapareció en unas horas. 
 

Pero los hábitos tardar en morir, y los jóvenes (y a veces, no tan jóvenes), siguen encontrando emocionante pintarrajear una pared con un esprai. Si las cifras del Ayuntamiento son exactas. El año pasado fueron 10.448 las pintadas que se borraron, en 2.612 intervenciones (en cada intervención se borran de media 4 o 5 pintadas). Es decir, una media de 28 al día. 
 

Antes de que se pusiera en marcha la oficina virtual, ya se limpiaban pintadas, por supuesto. Sobre todo aquellas que afeaban edificios históricos, aunque era más difícil tratar los inmuebles que son propiedad privada, puesto que son responsabilidad de la comunidad de propietarios. “ Si contamos desde el 2019, la cifra total sube hasta unas 40.000, pero el cómputo más preciso lo tenemos desde junio del 21”, señalan fuentes municipales.  
 

El objetivo es declarar la ciudad zona libre de pintadas a medida que las cuadrillas de trabajo se desplazan a la periferia, pero nunca es posible considerar una zona limpia por completo. Si se puede, en cambio, evitar la degradación de zonas como el Orzán, que en su día estaban totalmente emborronadas
 

Imagen de la ciudad  

El tema de la limpieza es siempre delicado desde un punto de vista político, porque los vecinos son muy críticos cuando perciben suciedad en sus calles. Además, los conflictos en la concesionaria de recogida de basura son recurrentes, lo que no ayuda a mejorar la imagen de la ciudad. El año pasado, una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señalaba que la ciudad había mejorado bastante en este sentido: la satisfacción había subido once puntos desde 2019, cuando se realizó la anterior encuesta, En dicho informe, la OCU señalaba que A Coruña era una de las ciudades más sucias de toda España. 
 

Actualmente, se han reemprendido las campañas de limpieza intensiva por barrios, que STL había denunciado que no se llevaban a cabo desde que concedió la nueva concesión. Esto implica el uso de hidrolimpiadoras, así como de baldeo de alta presión y barrido mecánico. Los trabajos comenzaron el lunes en el  sector norte de la calle de Emilio  González López.. Después de Los Rosales se actuará en las calles de Labañou, el  polígono de Náutica y Riazor, Agra do Orzán, Ventorrillo y Sagrada Familia.