"Yo también quiero tener vida propia": El plan de Yolanda Díaz divide a trabajadores y hosteleros de A Coruña

"Yo también quiero tener vida propia": El plan de Yolanda Díaz divide a trabajadores y hosteleros de A Coruña
Una trabajadora de hostelería atiende una mesa | Quintana

Acostumbrados a diez extensiones de horario en el último año y medio y a que éstas se conviertan en muchos casos en tablas de salvación para sus cuentas, los hosteleros de A Coruña han recibido como un mazazo, y también con cierta indignación, las consideraciones de Yolanda Díaz sobre el ideal funcionamiento de los restaurantes. Y es que precisamente ese paradigma que la ministra de Trabajo ponía como nocivo, la posibilidad de extender las cenas hasta la una de mañana, es la medida de gracia que acostumbra a pactar el Ayuntamiento con el sector. En las antípodas de esa lectura empresarial se sitúan aquellos que se ganan la vida mientras otros se divierten: los trabajadores. 

 

No acaba de cogerle el punto a las políticas de la ministra de Trabajo la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña, que ya puso el grito en el cielo con la subida salarial y ahora hace lo propio con la reducción de horarios en los restaurantes. “La libertad de empresa está por encima de estar con prohibiciones y regulaciones”, afirma su presidente Héctor Cañete. “El comercio cierra tarde, los periodistas salen tarde de trabajar... todos tienen derecho a cenar después y lo que hacemos nosotros es dar un servicio”, añade el hostelero, que lamenta que Díaz vaya “en sentido contrario” a la tendencia del Ayuntamiento y el sector. Eso sí, también pide a los clientes algo de responsabilidad y sensibilidad. “Le pido a la clientela que intente no demorar el estar en los establecimientos. No es necesario estar a las cinco de la tarde en un local, esa gente tiene familia”, finaliza. 

 

Por su parte, Alberto Boquete, presidente de los hosteleros de La Marina, cree firmemente en la “dignificación” de la hostelería: su personal de cocina trabaja dos días con horario partido, tres con jornada continua y dos días seguidas de descanso. “Un total de 64 horas seguidas, casi tres días”, afirma. “Tenemos que lograr que se pueda conciliar la vida personal con el trabajo en hostelería”, dice, además de apelar al cumplimiento de los convenios. 

 

Finalmente, Emilio Ron cree que vale la pena “contratar más gente” y le da un giro de 180 grados a la visión de Díaz. “Hay que generar valor, somos los mejores hosteleros que hay y pienso en españizar Europa antes de europeizar España”, subraya. 

 

Los trabajadores

No siempre la sonrisa del empresario va de la mano del disfrute del empleado. Por ejemplo, el lleno en la sala supone para Alfonso, tras siete años seguidos en una plancha, sabe que el lleno en la sala es sinónimo de salir entrada la madrugada. “Yo también quiero tener vida propia y vida social, no salir a las 01.30 o 02.00 horas porque alguien se sienta en una mesa a las once de la noche. Lo de España no se ve en ningún lugar del mundo”, recalca. “El problema es que nosotros ya habíamos entrado antes de las ocho, y nadie nos paga esas horas extra”, prosigue. 

 

Alberto saca las últimas raciones pasadas las 23.30 horas, y es raro el día en el que sale por la puerta del local en el que trabaja antes de las 01.30 horas. Y es que la limpieza forma parte de sus labores. “Es comprensible que el empresario alargue el horario por productividad y rentabilidad, pero el debate de la ministra debería centrarse en lo que nos da la calidad de vida: las horas no aseguradas, que las vacaciones se disfruten o se paguen y que los jefes no jueguen con uno cambiando los horarios a su antojo y sin apenas aviso”, asevera. 

 

Finalmente, Alejandro, a sus 21 años, conoce ya lo que es ser fijo en el sector. “Como muy tarde, las cocinas podrían cerrar a las 22.00 y el servicio a las 22.30, aunque creo que lo más difícil es acabar con el turno partido”, indica. “Las horas extra que pasamos en el trabajo, sobre todo cuando la gente sale tarde, no habría problema con ellas si fueran remuneradas, y casi nunca lo son”, finaliza. 

 

Respecto a esas visiones, la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería invita a sus asociados a ser fieles, puntillosos y fieles al convenio. “Se ha avanzado mucho y existen las horas extra, los días libres y muchísimas más cosas”, recuerda Cañete. 

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