Lo que hay que aguantar. Por ejemplo, al tipo que huye de la Justicia española cada vez que tiene oportunidad diciendo con absoluta solemnidad que otro político (el presidente del Gobierno, en concreto, pero la cuestión no es quién, sino qué) “no es de fiar”. Pues ese es el mensaje que lanza Carles Puigdemont. Desde Bruselas, claro. Que si pisa España acaba detenido.