En los 90 se hizo famoso aquel niño, Edu, que felicitaba la Navidad a todos sus amigos y familiares a través de su móvil porque tenía tarifa plana telefónica. Mateo Mosquera, vecino de A Barcala (Cambre) de once años, parece haber cogido el testigo y ha contagiado su espíritu festivo a todo su edificio.
Todo comenzó el miércoles con una postal hecha a mano que el joven colgó en el ascensor, en la que una galleta de jengibre animaba a cantar el villancico ‘Navidad, dulce Navidad’ y deseaba unas felices fiestas a sus vecinos. No tardó en llegar la primera réplica, una segunda postal con un muñeco de nieve que le agradecía el gesto.
Ayer llegaron los primeros regalos: una bolsa de chuches y otros dulces, además de nuevas felicitaciones pintadas a mano por otros niños del bloque. Abrumado, Mateo Mosquera tuvo que hacer un nuevo dibujo para demostrar su alegría: “¡¡Gracias, sois los mejores vecinos!!’, escribió.
“Como hicimos muchas postales en el cole se me ocurrió poner una aquí para hacer la gracia pero no esperaba todo esto, no solo me contestaron muchos sino que me hicieron regalos. Pensé que lo verían y me darían las gracias, pero estoy muy emocionado”, explica Mosquera, que añade que la Navidad es una de las épocas del año que más disfruta y que en su casa ya se han escrito las cartas a Papá Noel y los Reyes.