El asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, ha eludido referirse a las exenciones a los aranceles introducidos este fin de semana por EEUU a productos electrónicos y ha tendido la mano a China para poner fin a la guerra arancelaria siempre y cuando el gigante asiático estimule su consumo interno y deje de comportarse como un "depredador" a costa de los estadounidenses.
En entrevista con la cadena NBC, Navarro no ha querido referirse específicamente a las exenciones y se ha limitado a asegurar que cualquier futura decisión dependerá de los resultados de la investigación que el secretario de Comercio, Howard Luttnick, está efectuando sobre las cadenas de suministro de esta clase de productos.
"Pronto veremos medidas sobre esta clase de investigaciones", ha indicado Navarro durante una entrevista con la cadena NBC en la que ha defendido la estrategia comercial adoptada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, frente a las críticas que tachan de erráticas sus decisiones.
"Esto se está desarrollando exactamente como lo esperábamos. El mundo nos engaña. Nos ha estado engañando durante décadas. Nos engañan con aranceles, pero aún más importante, nos engañan con las llamadas barreras no arancelarias, como el IVA", ha asegurado Navarro.
"En esta estrategia el presidente dice: 'Vamos a cobrar a esta gente lo mismo que nos cobran", ha simplificado Navarro, antes insistir en la complejidad de la cuestión.
"Es fácil calcular el diferencial arancelario, pero las barreras no arancelarias son mucho mayores, y eso hicimos, sabiendo perfectamente que muchos países vendrían directamente a nosotros para sentarse a negociar", ha indicado.
El asesor de Trump no ha confirmado si ahora mismo hay contactos abiertos con China -- "Hemos extendido una invitación", se ha limitado a afirmar -- aunque ha asegurado que el presidente de Estados Unidos mantiene una "muy buena relación" con su homólogo chino, Xi Jinping.
"Estamos atravesando un período en el que esperamos poder superar esto", ha indicado Navarro antes de justificar la necesidad de imponer aranceles añadidos a China, a la que ha acusado de facilitar el tráfico de la droga fentanilo, de arrebatar "más de cinco millones de empleos en el sector manufacturero" y de ejecutar ataques informáticos.
"Tenemos ser claros al respecto. Dicho esto, sería bueno que China hiciera lo que tiene que hacer, que es avanzar hacia una economía más impulsada por el consumo interno, y dejar de ser el depredador del mundo", ha concluido.