Con la mejor puesta en escena celebran todas las firmas de moda la vuelta a las pasarelas, todo un espectáculo que debe continuar. Durante las Fashion Weeks las tendencias dictan las claves para luego adaptarlas a pie de calle.
Energía, audacia han protagonizado las colecciones de Primavera- Verano 2022, unas tendencias ins-piraciones que nos hacen soñar con que algún día veremos en primera fila las mejores firmas del mundo.
Fantasía y realidad se encuentren uniendo tradición con modernidad:
CHANEL: Virginie Viard revive una fusión estética de dos de sus épocas preferidas, los años 20 y las décadas de los 80 y 90 en las que las supermodelos acaparaban todos los flashes. Con el pulso firme de las manos artesanas de la Maison en la que construyen prendas bordadas en las que se entrelazan las icónicas camelias con guiños al cubismo y el constructivismo.
DIOR: María Grazia Chiuri, en colaboración con la artista italiana Anna Paparatti creó un gigantesco tablero multicolor inspirado en un gran parchís para su particular puesta en escena. Con una rotunda y sobria base cromática una colección que ponía en valor la tradición y la artesanía. El look que cerró el desfile, un mono translúcido cubierto por una delicada malla de red metálica y decorada en pedrería, para el que fue necesario el trabajo de tres artesanos durante 700 horas.
SAINT LAURENT: Anthony Vaccarello se inspira en Paloma Picasso, musa de los 70 en un escenario único tras la puesta de sol y bajo la Torre Eiffel, actualizando la sastrería masculina con glamour parisino.
LOUIS VUITTON: Nicolas Ghesquiére nos traslada en una máquina del tiempo desde el siglo XIX hasta la era futurista, fusionándose en un look contemporáneo.
VERSACE: Donatella Versace recurrió uno de los grandes hitos de los archivos históricos de la casa en 1978, el pañuelo de seda estampado, pieza que se apodera de todas las prendas.
DOLCE & GABBANA: Stefano Gabbana y Domenico Dolce, hacen un guiño al 2000 homenajeando a las grandes iconos de la época llena de sensualidad.
ETRO: Verónica Etro recurre a los años 60 con su estética “happy” con su eterno sello de identidad , el estampado “Paisley”.
LOEWE: Jonathan Anderson, desdibuja las fronteras de la moda con su visión iconoclasta e inconformista sin descuidar la tradición artesanal de la casa.
GUCCI: Alessandro Michelle invadió el Paseo de la Fama de la ciudad de los Angeles con nostalgia al Holliwood dorado.
BALMAIN: Oliver Rousteing montó todo un festival con un desfile que abrió Naomi Capbell y presentó Beyoncé.
PRADA: Se presentaron dos Shows simultáneos en dos ciudades y continentes diferentes en Milán y Shanghai, de forma simultánea.
VALENTINO: Pierpaolo Piccioli se decanta por mantener los códigos pero cambiando los valores , las pro-porciones, las tallas y la edad, celebrando la diversidad.
SCHIAPARELLI: Daniel Roseberry en su particular mundo surrealista en el que se sumerge, recurre al cine espacial donde se inspira con corpiños cónicos, estructuras anulares y estructurales.
FENDI: Kim Jones se inspira en la ciudad de Roma, con creaciones pensadas para la noche, con la belleza de la arquitectura y escultura de la bella ciudad eterna.
JEAN PAUL GAULTIER: Glenn Martens se deja llevar por un deseo de escatimo para reinterpretar las creaciones más representativas de la casa.
STEFHANE ROLLAND: “Creo prendas libres, hermosas y sensuales sin ser agresivas”, “estoy harto de la excentricidad y la vulgaridad”.
ROLAND VAN DER KEMP: Creatividad y sostenibilidad que ha sabido dirigir con tino, la fórmula del “upcy-cling” adaptada a la Alta Costura.
VICTOR & ROLF: Derroche de espectáculo y extravagancia al que nos tiene acostumbrados. Su musa la novia de Drácula con vestidos victorianos y hombros de proporciones exageradas. Puro espectáculo de tendencias donde el único límite posible es el cielo de la fama y del glamour. Tocar las estrellas en la pasarela y poder trasladarlo al asfalto donde la realidad la hacemos las mujeres en nuestro día a día como auténticas divas en la ciudad.