Los beneficios de la vitamina D van "más allá de los huesos" y hay estudios que avalan que tener niveles adecuados disminuye el riesgo de infección respiratoria y del tracto urinario y protege frente al riesgo de sepsis, que es cuando una infección desencadena una reacción en cadena que puede ser mortal. Así lo ha expuesto en rueda de prensa, el portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), Francisco López Medrano, que ha coordinado y presentado, junto al secretario general del Consejo General de Médicos (CGCOM), José María Rodríguez Vicente, la guía "Pautas de Actuación y Seguimiento (PAS) sobre el déficit de vitamina D".
Y es que la vitamina D, que en realidad se trata de una hormona más que de una vitamina, es deficitaria en la mayor parte de la población y en España entre el 70 y el 90% de la población tiene valores por debajo de los normales. Esta situación de déficit se observa tanto en jóvenes como en adultos y en personas con factores de riesgo, como las mujeres en la menopausia y los ancianos.
López Medrano ha puesto el acento de advertir a la población de que tener unos niveles adecuados supone un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, protege frente a la diabetes mellitus y al desarrollo de los tumores, protección que no se constata con una suplementación de la vitamina a posteriori.
Este experto, de la unidad de infecciosas del hospital universitario 12 de Octubre, se ha referido en concreto a la covid y ha dicho que usar suplementos en un paciente ingresado con un cuadro de infección activa grave no ha demostrado beneficios pero sí está constatado que tener unos niveles normales permite afrontar en mejores condiciones la enfermedad.
Por tanto, ha insistido que "dar un suplemento con un cuadro grave no va a cambiar el pronóstico pero la idea de esta guía es que el paciente tenga los niveles adecuados para superar una posible infección". López Medrano ha señalado que por cada euro que se invierte en vitamina D se podrían ahorrar 5,6 euros del sistema sanitario y ha insistido en que si toda la población tuviese unos niveles adecuados "más allá del beneficio óseo y de evitar fracturas, habría mejoras en la salud cardiovascular, menor incidencia de tumores, más protección ante la diabetes mellitus y se está estudiando incluso un papel protector en las patologías neuropsiquiátricas".
Rodríguez Vicente ha añadido que conseguir estos niveles óptimos supondría un ahorro de prótesis en el Sistema Nacional de Salud pero también de todos los costes derivados de patologías como el asma, la EPOC, la enfermedad reumática y cardiovascular e incluso el cáncer.